COMUNICADO DEL COMITÉ EXTERIOR DEL GAP EN RELACIÓN A SIRIA
Desde el pasado sábado 20 de enero, el ejército turco, apoyado por las milicias salafistas de al-Qaeda y del Ejército Libre Sirio, que actúan como tropas mercenarias de Turquía, están intentado, después de bombardeos masivos, conquistar Afrin, zona Siria de mayoría kurda. Dicho ataque, además de ser un acto criminal de guerra contrario al derecho internacional, supone una ruptura respecto a las esperanzas de paz depositadas en las negociaciones en curso de Ginebra, Astana y la Conferencia del Diálogo Nacional Sirio prevista en Sochi para finales del mes de enero.
El estado turco, que con Erdogan en la presidencia aspira a restablecer el criminal imperio turco-otomano en el oriente medio, ya ocupó militarmente la zona de al-Bab y Jarubulus al norte de Alepo, sosteniendo también a las milicias salafistas en la provincia de Idlib.
Su actitud es buena muestra de que no se resigna a perder la guerra que emprendió y alimentó para destruir al estado sirio hace 7 años.
Mientras tanto, la situación sigue siendo complicada. Parte del territorio sirio fue sedido a Israel (altos del Golan) después de la guerra que los Estados árabes impulsarán contra Israel y por Turquía (Idlib, norte de Alepo y ahora quieren Afrin), a lo que se suman las tropas de Estados Unidos en territorio sirio, en una clara violación de su soberanía. La paz solo puede venir del respeto al derecho internacional, la resolución de los conflictos a través del diálogo político y el reconocimiento a los pueblos de su derecho a la soberanía, a la democracia y a la igualdad social.
Desde el Comité Exterior del GAP seguimos comprometidos con el avance democrático y la igualdad social, así como con la recuperación total de la soberanía de Siria sobre su territorio, así como denunciamos la ocupación de las tropas turcas y estadounidenses.
Estocolmo, 25 de enero de 2018