“DÉJA VU”: ARGUMENTOS DEL GOBIERNO POR REDUCCIÓN DE JORNADA LABORAL SON SIMILARES A UTILIZADOS EN 1907
“Déjà vu”: argumentos del Gobierno por reducción de jornada laboral son similares a utilizados en 1907
Mientras el proyecto de 40 horas sigue sumando adeptos, la idea del Ejecutivo de 41 horas con flexibilidad es ampliamente criticada. El especialista César Toledo sostuvo que el Ejecutivo usa la misma explicación que la utilizada en el año 1907 para oponerse al proyecto de un día de descanso cada dos semanas. Mientras el proyecto de 40 horas sigue sumando adeptos, la idea del Ejecutivo de 41 horas con flexibilidad es ampliamente criticada. El especialista César Toledo sostuvo que el Ejecutivo usa la misma explicación que la utilizada en el año 1907 para oponerse al proyecto de un día de descanso cada dos semanas.
“Esto es un verdadero Déjà vu, los argumentos para oponerse a la reducción de la jornada laboral son similares a los utilizados por parlamentarios que en 1907 se oponían al día de descanso semanal”
Así lo destacó el académico de la Cátedra de Derecho del Trabajo de la Universidad Diego Portales (UDP), Cesar Toledo, al analizar las explicaciones que ha emitido el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, para justificar la prenormativa sobre una jornada laboral de 41 horas promedio.
“No le quitemos al trabajador la posibilidad de negociar las cosas” o “El trabajador tiene plena libertad para pactar sobre la materia”. Estas han sido algunas de las frases que ha manifestado el secretario de Estado para defender el proyecto de flexibilidad laboral, argumentación idéntica que hace más de un siglo esbozó el diputado Eduardo Suárez Mujica, para oponerse a la idea de un día de pausa irrenunciable cada dos semanas.
Para el abogado laboralista Cesar Toledo, que los derechos de las personas estén sometidos a las eventuales variables de mercado, a tesis catastrofistas, para oponerse a una norma beneficiosa, es apostar a dejar las cosas tal cual están.
“Son argumentos que se repiten constantemente. En definitiva, los derechos están sometidos a las variables del mercado aparentemente y lo que no se dice es la apelación a la realidad, que nos indica que el trabajador, en su individualidad, no tiene ningún tipo de poder para negociar condiciones de trabajo. En este sentido, Chile ha sido un verdadero laboratorio para normas de flexibilización, como aquella del año 1981, referida a que la indemnización por años de servicio era objeto de pacto entre las partes. El trabajador podía acordar un día de indemnización por cada año de servicio, sin límite alguno, un verdadero absurdo”, afirmó.
A propósito, el propio expresidente Ricardo Lagos manifestó que cuando se discutió la rebaja en la jornada laboral de 48 a 45 horas durante su mandato en 2001, se esgrimieron similares críticas opositoras. Amenazas sobre el aumento de la cesantía o una inminente reducción de la productividad.
Para el académico de Derecho Laboral de la UDP, Cesar Toledo, el Ejecutivo creyó que el proyecto de la diputada Camila vallejo iba a pasar desapercibido. Sin embargo, la simple reducción del guarismo sumó adeptos, un anhelo real de trabajadores y trabajadoras en comparación – precisó- al proyecto de flexibilidad laboral, que ya está contemplado de una u otra forma en la legislación nacional. Añadiendo a esto, los argumentos oficiales que le han restado credibilidad a la pre normativa.
“Cualquiera que conozca nuestro modelo normativo se dará cuenta que hay una serie de cuñas de flexibilidad laboral, que implica que las personas pueden terminar trabajando aún más horas que las 45 vigentes, sin las contraprestaciones como, por ejemplo, cobrar horas extraordinarias. Todo entregado a esta suerte de negociación entre trabajador y empleador que, en la práctica, no existe”, argumentó.
En tanto, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) se reunió con representativos de las Pymes y organizaciones sindicales del sector privado, sin la CUT.
El presidente de la CPC, Alfonso Swett, informó que esperan elaborar un documento conjunto alternativo a la propuesta del Ejecutivo y la oposición.
“Los proyectos tienen un problema, no haber considerado ni a los trabajadores ni a las empresas, ni a las pymes. Todavía estamos a tiempo y vamos a construir una propuesta respecto a esto, en forma responsable. Se acabaron los tiempos de empresarios contra trabajadores o de pequeños contra grandes”, subrayó.
El máximo representante de la CPC volvió a criticar al Gobierno y lamentó que el tema se haya transformado en una batalla comunicacional y política.
Cabe destacar que. en el ámbito legislativo, la propuesta de reducción de la jornada a 40 horas semanales sumó el apoyo de los senadores de oposición, quienes además han manifestado que rechazarán la idea de legislar la pre normativa impulsada por el Ejecutivo.
* Diario UChile - Rodrigo Fuentes