EL OCASO O EL ECLIPSE DEL NEOLIBERALISMO
El ocaso o el eclipse del neoliberalismo
Macron en Francia, Macri en Argentina y Piñera aquí, como máximas expresiones personales del exitoso neoliberalismo en el poder político comienzan a manifestar su declive de acuerdo a sus antigüedades en el poder y las peculiaridades de sus realidades nacionales. En caso más demostrativo es el de Macri quien ya estaría declinando volver competir por el poder, temeroso de una anunciada apabullante derrota ante Cristina Fernández, lo cual sería algo así como una derrota por partida doble.
El caso del derrumbe político de Macron es el más emblemático, no tan solo por haber sido puesto contra la pared por un movimiento social inorgánico, como son siempre los movimientos sociales, por los “chalecos amarillos”, y ¿quiénes son estos? se ha preguntado más de alguien. Este es el caso más representativo del éxito político de un cuadro neoliberal formado tanto en la alta administración pública francesa y como en la más selecta gestión financiera internacional, que logra derrotar de manera estruendosa tanto a la derecha como a la izquierda francesas con una mayoría aplastante, pero que se derrumba entre la opinión pública nacional debido al embate de los “chalecos amarillos” que son y representan a una clase media jubilada, empobrecida y furiosa por haber sido irrespetada en su dignidad ciudadana, que se manifiesta rebelándose contra la “alza ecológica” de la gasolina, componente esencial de su gasto cotidiano al ser obligados a vivir en las pueblitos en las afueras de las grandes ciudades, donde los “costos de oportunidad” de las viviendas son altísimos.
Pero, la propuesta del neo liberalismo tardío no tiene por propósito resolver los asuntos nacionales e internacionales, sino que, por una parte, producir el máximo de medidas que sofrenen los procesos posteriores que quieran compensar tales determinaciones y, por otra parte, sobre todo, conseguir la mayor tasa de acumulación de las ganancias durante este período. Así se entiende la resistencia absoluta de Macron para volver a imponer tributos a las grandes fortunas y ganancias en Francia, o la persistencia de Piñera en rebajarle los impuestos personales a los grandes empresarios. El mejor ejemplo es la actual situación de la Argentina donde las grandes mayorías están pagando el “ajuste necesario” mientras que el sector financiero se enriquece con el más grande empréstito que el FMI le haya hecho a país alguno en su historia.
Lo de Macri es de alguna manera la versión porteña del neoliberalismo tardío, el avant la lettrede la aplicación de esa doctrina económica, social, política y cultural en Argentina fue Carlos Saul Menem líder peronista de derecha, Presidente 1989-1999, quien luego fue sustituido por Nestor Kirchner que con su mujer Cristina Fernández, representantes del peronismo de izquierda, quienes gobernaron el país entre 2003 y 2015, más que la dictadura militar de 1976 a 1983. Estos trataron de humanizar el neoliberalismo con un conjunto de mediadas de protección al consumo y acceso los derechos sociales fundamentales como lo son la salud, la educación y la previsión social, lo que les permitió la más larga permanencia en el poder presidencial. Mauricio Macri proviene de una familia de inmigrantes empresarios ascendentes, dedicados a la construcción y obras civiles, él mismo ha sido un importante empresario en esos sectores y un exitoso empresario deportivo presidiendo el club deportivo Boca Juniors, el más popular del futbol argentino, y desde allí se inicia en la política vinculado a Menem y la derecha peronista para luego desligarse de ellos. Seguramente por eso alguien dijo que en Argentina solo se puede ser peronista o antiperonista. Sus medidas centradas en la ortodoxia económica de disminuir el gasto y la deuda pública, liberalizar los precios de los bienes de consumo y los servicios básicos, no ha logrado ni estabilizar la economía ni convocar la inversión privada. Bien Piñera puede ver su futuro en los resultados esperables en Argentina.
Lo de Piñera es el caso emblemático de un joven profesional de la clase media ilustrada ligada a las grandes familias chilenas, que hace su primera fortuna quebrando un banco, el Banco de Talca en 1982, y de allí asciende vertiginosamente como empresario financiero, para luego vincularse a la política diferenciándose activamente de la Dictadura Militar. Su primer gobierno, al decir de muchos, fue un gobierno más de la Concertación, en cambio, en este gobierno sí ha mostrado la voluntad de hacer profundas reformas en lo laboral y lo impositivo, para retrotraer las pocas reformas de los gobiernos de la Concertación, también en los sectores de la educación, la salud y la previsión social. El triunfo presidencial de Piñera y la derrota parlamentaria de la derecha que lo acompaña, es un indicativo signo de los tiempos, ya que el más somero análisis indica que no se trata de una “simpática broma” de la opinión política nacional, lo claro es que hay una mayoría nacional de las izquierdas, pero que importantes sectores del electorado la izquierda tradicional si bien se hizo representar en el parlamento por sus partidos (Partido Socialista (PS) y Partido Comunista (PC), con muy baja convocatoria en el centro (Democracia Cristiana (DC), Partidos por la Democracia (PPD) y Partido Radical (PR), en lo presidencial esa izquierda desengañada por el desempeño de los gobiernos de la Concertación y desmotivada por la ambigüedad de la convocatoria presidencial en parte importante se abstuvo de votar. La nueva izquierda conformada por el Frente Amplio (FA) cosechó éxitos notables pues de tres parlamentarios paso a una veintena y su candidata presidencial casi desplaza para la segunda vuelta al candidato de la Concertación, sus electores desconfiados en parte importante se abstuvo de votar por el liderazgo presidencial de la Concertación. Entretanto la derecha movilizó todo lo suyo y sobre todo el temor a la “chilezuela”, los abstinentes de las izquierdas le dieron el pase a los asustados de las centro derechas, esa estrategia fue luego aplicada con notable éxito por la campaña de Bolsonaro en Brasil.
Saber si en estos tres casos nos encontramos ante el ocaso o de un eclipse del neoliberalismo dependerá de lo que sepan hacer las izquierdas, la centro izquierda tradicional que ha tenido una responsabilidad crucial en la instalación del neoliberalismo, y no ha mostrado mayor capacidad de autocrítica por aquello, muy por el contrario. Así como, las nuevas izquierdas que no logra ni definir una política, un proyecto de poder, de nueva organización de la economía, de la sociedad y la cultura, así como, de su correspondiente programa de gobierno, más centrada están estas nuevas izquierdas en diferenciarse de la social democracia y los resabios estalinistas –que pasan por radicalidad heroica-, como también de cualquiera distinto a cada uno de ellas. Más ocupada está en aquello, que en hacer propuestas convocantes, las que a las claras son: el acceso universal, gratuito y de calidad a la salud, la educación y la previsión social, que instalaron los escolares en 2005, los estudiantes en 2011 y que el Gobierno de Bachelet trató de implementar en su segundo mandato. Todos los estudios de opinión señalan que estas son las más importantes demandas de la población, por lo tanto las propuestas para resolverlas serán siempre las más convocantes de las y los ciudadanos. Por lo mismo, la recuperación para el Estado de las rentas y utilidades provenientes de los recursos naturales, que constitucionalmente pertenecen a todas y todos los chilenos, para así poder financiar con recursos públicos las prestaciones en salud, educación y previsión social, sin que las y los chilenos tengan que procurarlas mediante el endeudamiento personal o familiar, también es, a no dudarlo, convocante de sus eventuales beneficiarios. Así como recuperar para el Estado las rentas y utilidades provenientes de las obras públicas y los servicios públicos, que son “monopolios naturales”, también serían medidas convocantes de las grande mayorías nacionales, como lo indican los estudios de la Universidad Diego Portales y la Encuestadora Criteria Research, donde más del 80% de la población quiere la estatización de todos esos servicios públicos. Finalmente, la recuperación de los derechos laborales esenciales para que las y los trabajadores recuperen su capacidad negociadora ante sus empleadores y las autoridades, es la medida universalmente reconocida para mejorar la igualdad económica y social de la población.
Que esto no es la construcción del socialismo como forma superior de organización política, económica, social y cultural de la sociedad, cierto es, pero las organizaciones políticas que puedan convocar y realizar estas medidas de transformaciones democráticas de la sociedad actual, ya planteadas en el siglo XIX y por las cuales los hombres y las mujeres han luchado todo el siglo XX hasta el presente, bien pueden ser reconocidas y validadas por las grandes mayoría para hacer convocatorias a tareas superiores y más complejas como son construir el socialismo.
Las izquierdas, con mayor responsabilidad las nuevas izquierdas tienen grandes obligaciones en la construcción de esas propuestas democráticas y sociales, si no hay discursos que las expresen, convoquen y movilicen, entonces cunde la desesperanza entre esas grandes mayorías precarizadas y empobrecidas, desesperanza en las cuales medra el individualismo neoliberal, el autoritarismo y la violencia fascista, así como el clientelismo y la delincuencia como estrategias de sobrevivencia – comercio informal, prostitución, narcotráfico y delincuencia común. Los avisos de la reacción son claros en su ambigüedad: temor a los otros, temor a los inmigrantes, temor a las mujeres, temor a las diversidades de género, temor a los jóvenes, temor a los pueblos originarios, etc., la reacción social es convertida en movilización de la población en contra de los sujetos de sus temores, y transformadas en reacción política por agentes que bien sabe manipular esos temores, así como también las desilusiones políticas que producen tanto la corrupción pública como privada y sus abusos sobre los derechos sociales de la población, eso hizo Bolsonaro en Brasil. En ItaliaMatteo Salvini de la Liga –movimiento neofascista- en alianza conLuigi Di Maio del Movimiento 5 Estrellas, una “nueva izquierda” contestona y chistosa, muestra el éxito del buen manejo de los temores populares y la postergación de un futuro incierto.
Las recientes elecciones generales en España son un buen indicador del futuro político que se avecina. Lo cierto allí es que en la medida que Pedro Sánchez llevó al PSOE a la izquierda, habiendo pasado por el rechazo implacable de la “nomenclatura” de su partido, incluida su defenestración de la Secretaría General, y habiendo recuperado el poder interno desde las bases del partido, izquierdización que le permitió recuperar parte de sus votantes desde PODEMOS, ya que estos perdieron los socialistas los ganaron en las Cortes (el Parlamento). La movilización de los temores en contra de los migrantes, las mujeres, las diversidades de género (encubierta en la lucha contra la “ideología de género”), los jóvenes, las drogas, etc. fueron objetivadas en un partido de extrema derecha, Vox, que tuvo el mérito de atemorizar a grandes mayorías que decidieron ir a votar para proteger a la democracia, elevando la participación electoral a más del 75%, lo cual también beneficio a los socialistas y a Sánchez
Aquí, el volver a izquierdizar al Partido Socialista de Chile podría ser la tarea de Maya Fernández Allende enfrentándose a la nomenclatura encabezada por Alvaro Elizalde y constituida por los Escalona, los Insulza, los Montes, etc., lo cual resulta de difícil credibilidad si va terciada por José Antonio Viera Gallo y Enrique Correa y respaldada Aleuy, Shillling o por Díaz, todos ellos grandes instaladores y defensores del neoliberalismo en Chile.
Por su parte, y en otras latitudes el fracaso del “golpete” de Guaidó de Venezuela pese al contundente respaldo de los Estados Unidos de Américas, la Unión Europea, el Grupo de Lima y el “chistoso” de Piñera, señala que los militares ya no están dispuestos a masacrar a sus pueblos si estos muestran la voluntad de defender sus derechos fundamentales.
* El Porteño - Iban de Rementeria