#NOVAMOSAOLVIDAR ... O PORQUÉ DEDICARNOS A LA MEMORIA DE SEPTIEMBRE
#NoVamosAOlvidar. O porqué dedicarnos a la memoria de septiembre
Nunca será suficiente, pero siempre será necesario y urgente. Intentar abrazar a través del texto y la imagen todo lo que representa la palabra septiembre para estas tierras es una tarea compleja, pero nunca expirable. Simplemente hay que hacerlo. Con mayor justificación ahora, cuando asistimos a una inescrupulosa ofensiva de parte de la derecha chilena que trabaja arduamente por desmontar la Historia a través de tres de sus principales armas políticas e ideológicas: la búsqueda de impunidad, el negacionismo y la asfixia de la memoria.
Ahí están sus intentos por conseguir la libertad para criminales de la dictadura cívico militar condenados por aberrantes violaciones a los Derechos Humanos, los que ni siquiera han contribuído en la búsqueda de la verdad o el paradero de los detenidos desaparecidos; la relativización y negación de los horrores del régimen a través de la calificación como «montaje» del Museo de la Memoria; o la insólita decisión de excluir de las asignaturas obligatorias para 3º y 4º de enseñanza media la de Historia, entre otras infames acciones que no cesan.
Un escenario que finalmente viene a convertirse en un potente combustible para nuestra decisión editorial de dedicarle gran parte de agosto y el mes siguiente a septiembre.
Bajo una suerte de declaración de principios, la de Septiembre+Memoria: No vamos a olvidar, a partir de hoy iremos compartiendo con ustedes una serie de testimonios, opiniones, reflexiones, entrevistas, insumos históricos y coberturas a actividades vinculadas a los Derechos Humanos -ya sea en sus formatos escrito, gráfico y audiovisual, así como también en nuestra edición impresa del mes de septiembre-, todo bajo el mismo espíritu: el rescate consciente y decidido de la memoria y la oposición férrea a esa cobarde e interesada pulsión de un sector de la sociedad chilena de «dar vuelta la página».
Un deber, una tarea que busca sumarse fraternalmente a otras que desde distintos ámbitos de la sociedad civil se llevan a cabo frente a ese peligroso resurgimiento del fascismo como supuesta solución ante nuestra cotidianidad miserable y deshumanizada. Una realidad que, paradójicamente, fue generada por el mismo modelo impuesto a través de esas dictaduras cívico militares que hoy son reivindicadas.
Por los torturados, por los arrojados al mar, por las mujeres violadas, por los niños violentados hasta la muerte, por los bebés secuestrados y entregados a familias ajenas, por las jóvenes embarazadas desaparecidas, por los que se negaron a matar a sus hermanos, por los soldados valientes que se enfrentaron a sus superiores y perdieron la vida, por Allende y su proyecto lleno de humanidad, por los pobladores empobrecidos, por las mamás y los papás que todavía esperan saber dónde están sus hijos e hijas, por los que legítimamente tomaron las armas en contra de la tiranía, por los que sobrevivieron, nosotros No vamos a olvidar.
* El Ciudadano - Daniel Labbe