UN EJEMPLO PARA LA JUVENTUD POPULAR CHILENA: CARLOS GODOY ECHEGOYEN

03.02.2018 15:47
Carlos Godoy Echegoyen

"Formado en las grandes ideas y valores de Salvador Allende, Carlos Lorca Tobar, Ricardo Lagos Salinas y Exequiel Ponce y en los ideales de la Revolución Cubana y de José Martí, ofrendó su vida a la causa de los desposeídos, constituyéndose en un ejemplo para la juventud popular chilena."

En espera de ser asignado a una tarea política concreta en Chile, trabajó como oficial regular del Ejército Cubano hasta solicitar su baja para integrarse, de acuerdo a la línea política de ese entonces, al plan de retorno de cuadros partidarios al país.

“Rafael”, Carlos Gabriel Godoy Echegoyen  fue asesinado la madrugada del 22 de febrero de 1985 por el Capitán de Carabineros Héctor Díaz Anderson, miembro de la DICOMCAR e involucrado, posteriormente, en el triple degollamiento de Nattino, Parada y Guerrero.

El día 20 de febrero de 1985 en la Escuela Clandestina “Salvador Allende” del Partido Socialista en el balneario de Quintero, Carlos Godoy Echegoyen hacía su turno de guardia, la concentración de los estudiantes fue interrumpida por dos helicópteros que sobrevolaron la casa-escuela, no pasaron 30 segundos y los helicópteros volvían en dirección a la escuela clandestina… la orden fue, ¡Embarretinar todo!

Mientras trataban de limpiar la sala de clases se escuchan vehículos alrededor de la casa, la puerta fue derribada,  estaban rodeados por carabineros. A  Carlos Godoy, “Rafael” en la clandestinidad, lo ponen contra la pared. Algunos intentan escapar por la cocina y el baño infructuosamente.

“Luego de unas horas en la Comisaría de Quintero y cerca de la media noche, llegó un grupo de civiles, exaltados y felices comenzaron a  vendar la vista, a desnudar y aislar… el aire de triunfo para ellos lo podíamos palpar en nuestra piel, el silencio y el aire de terror se apoderaba poco a poco de cada uno de nosotros…

De ahí en adelante sólo quedaba aferrarse a la dignidad y a las ideas, a gritar y a putear “que es una linda forma de callar” como diría Mario Benedetti… y tal vez, eso fue lo que descolocó a las bestias”

En la noche del 22 se quedarían sólo con Carlos en la sesión de tortura. “La rabia se apoderó de las bestias, ninguna palabra salía de “Rafael”, sólo gritos ensordecedores, tampoco respondió a la pregunta de su nombre, era su último combate y su último aliento se transformó en un grito desgarrador que quedó impregnado en esa murallas.”

 

Su vida y formación

Carlos Gabriel Godoy Echegoyen nació en Santiago de Chile un 1 de noviembre de 1961, en el antiguo barrio Recoleta, en la Clínica Alemana, que se encontraba ubicada en el mismo lugar en que hoy existe la Clínica Dávila.

Miembro de una gran familia de socialistas avecindados en la población Juan Antonio Ríos, actual comuna de Independencia, debió abandonar el país como exiliado, junto a su padre, su madre Berta Echegoyen y su hermana menor Paula, el último día del año 1973 con destino a Cuba, país al que llegó un 1 de enero de 1974, fecha que coincidió con el XV Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana.

A pesar de sus 12 años de edad, el compromiso de su familia con el gobierno del Presidente Allende hizo que Carlos Godoy Echegoyen fuera un adolescente profundamente comprometido con la causa de los más pobres de nuestro país.

Sus primeros años de estudios, hasta el sexto grado, los cursó en la Escuela José Pedro Alessandri, ubicada en su propio barrio, deber que siempre cumplió de manera brillante, característica personal que mantendría por toda la vida.

Al llegar a Cuba Socialista se integró de manera activa a la sociedad cubana y a la tarea de solidaridad con el pueblo de Chile en su calidad de miembro de la Juventud Socialista de Chile en el exilio, destacándose, desde el principio, por su carácter cariñoso, alegre y disciplinado en todas las actividades que debía enfrentar.

Continuando con sus estudios, decidió matricularse, para cursar de séptimo a noveno grado, en la Escuela Al Campo Simón Bolívar ubicada en las proximidades de la capital cubana, experiencia educacional que mezcla el estudio con las labores agrícolas de apoyo a la economía de Cuba.

Finalizado su noveno grado y conforme a la organización institucional de la educación en Cuba, cursó su educación media de décimo a décimo segundo grado, en el Preuniversitario Camilo Cienfuegos, caracterizado por acoger a los estudiantes más ejemplares y comprometidos con la Revolución.

Sin abandonar jamás la labor solidaria con Chile, ingresó a estudiar la carrera de ingeniería en la Universidad de La Habana el año 1978.

Ese mismo año le tocó integrar la delegación de jóvenes socialistas chilenos que asistió al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes organizado por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas y que tuvo lugar en Cuba.

Enfrentado al desafío de asumir un compromiso aún mayor con la lucha antidictatorial en Chile, con el beneplácito de la dirección de la Juventud Socialista de Chile en el exilio abandonó sus estudios de ingeniería para integrarse, el año 1980, como cadete del curso regular de oficiales, a la Academia Inter Armas Antonio Maceo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

De este modo, se graduó de dicha Escuela con Medalla de Oro y el grado de Teniente, con la promoción del año 1983, superando incluso a sus colegas cubanos, razón por la que recibió el reconocimiento de la Comisión Política de la Juventud Socialista de Chile y de su Partido.

En espera de ser asignado a una tarea política concreta en nuestro país por parte de la dirección del Partido y de la Juventud, trabajó como oficial regular del Ejército Cubano durante cerca de un año hasta solicitar su baja para integrarse, de acuerdo a la línea política de ese entonces, al plan de retorno de cuadros partidarios al país.

Es así como viaja desde Cuba a terceros países e ingresa a Chile el 5 de mayo de 1984, en pleno período de las jornadas de Protesta Nacional llevadas a cabo por los trabajadores, pobladores y estudiantes chilenos en contra de la Dictadura.

Desde el primer día de su retorno al país Carlos Godoy Echegoyen, quien adoptó el nombre político de Rafael, estuvo al frente de importantes tareas políticas y de movilización popular destacándose, una vez más, por sus capacidades altamente organizativas, eficiencia, disciplina y entrega.

Sin sentirse menoscabado emocionalmente por la caída en prisión de su padre, quien había retornado clandestinamente al país un tiempo antes, enfrentó cada tarea con la entereza propia de los héroes populares, en el anonimato más absoluto que exigían las circunstancias y sin temores de ninguna especie.

Una de sus principales labores fue la capacitación política y de resistencia de masas de los jóvenes socialistas de la época, labor a través de la cual efectuó un aporte importante a la lucha popular hasta el día de su muerte en manos de sus torturadores, miembros de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros de Chile, servicio de seguridad y exterminio de dicha institución en aquella época.

Como subjefe de la Escuela de Educación Política y de Trabajo Conspirativo Militar TCM del Partido Socialista que se desarrollaba en la ciudad de Quintero, en la calle Baquedano. En febrero de 1985, debió enfrentar a sus asesinos con la entereza propia de un líder, sin flaquear en ningún momento, al lado de sus demás camaradas que eran igualmente torturados.

Conminado a colaborar por su torturador y asesino material el capitán de Carabineros Héctor Díaz Anderson, quien cumplió una condena de tres años y un día por su crimen en el Penal de Punta Peuco, prefirió la muerte, falleciendo el día 22 de febrero de 1985 en un calabozo de la Comisaría de Carabineros de Quintero.

De ese modo, y conforme a los propios testimonios de sus demás compañeros, salvó la vida de quienes hoy son sobrevivientes asumiendo la total responsabilidad operativa de la escuela.

Formado en las grandes ideas y valores de los socialistas chilenos transmitidos en el seno de su propia familia, en el legado de Salvador Allende, Carlos Lorca Tobar, Ricardo Lagos y Exequiel Ponce y en los ideales de la Revolución Cubana y de José Martí, ofrendó su vida a la causa de los desposeídos de Chile y de América, constituyéndose en un ejemplo para la juventud popular chilena y en un recordatorio de que la actual democracia, que aunque imperfecta, se construyó sobre la sangre de jóvenes que, como él, dieron su vida para que ello fuera posible. 

¡HONOR Y GLORIA PARA CARLOS GODOY ECHEGOYEN, UN EJEMPLO DE ALLENDISTA!