Debate e Ideas

EL ACCIONAR DEL IMPERIO EN AMÉRICA LATINA Y CARIBE

29.08.2018 15:05

PANORAMA LATINOAMERICANO

El accionar del Imperio en América Latina y Caribe

“El enemigo nunca actúa de forma blanda” Pascual Serrano.

Aunque se sobrevuele ligeramente la realidad continental, no hay que ser un lince para poder ver con toda crudeza el accionar del Imperio en América Latina y Caribe. En las líneas que se desarrollan en estos Panoramas Latinoamericanos se sostiene que el Poder Económico imperante utiliza todos los medios a su alcance para mantener y profundizar la explotación de pueblos y sus recursos naturales para su exclusivo beneficio.

Los Poderes locales o regionales que responden a los intereses marcados por el Departamento de Estado de los EEUU actúan en consonancia. La presión mediática se une a la judicial y a la económica de las multinacionales para amedrentar a las poblaciones y lograr sus objetivos esquilmadores.

Las formas han cambiado, pero no sus horizontes estratégicos.

Recordemos las dictaduras militares instaladas en casi todo el continente cuyos mandos habían sido preparados en la Escuela de las Américas. Respondiendo a los dictados del Pentágono y para imponer el neoliberalismo implementaron, entre otras medidas, el aberrante producto de coordinación regional llamado “Plan Cóndor”. Creado por la CIA en el Paraguay del dictador Stroessner, ese Plan permitía el intercambio entre dictaduras de personas que habían sido secuestradas y posteriormente engrosarían las listas de desaparecidos.

A ello le siguió una retahíla de gobiernos neoliberales que consolidaron estructuras judiciales, mediáticas, policiales y hasta constitucionales que continuaran favoreciendo al neoliberalismo imperante solo que ahora con el rótulo de “democracias”.

Democracias de baja intensidad, como algunos politólogos las definen, o “democraduras” por esa conjunción de formas aparentemente consensuadas pero que ocultan (aunque cada vez menos) rígidos mecanismos represivos.

Con la solitaria y maravillosa excepción de la Revolución Cubana. En las últimas décadas la movilización organizada de los pueblos ha logrado disputar un territorio de poder que en épocas no tan lejanas era de exclusiva competencia de los mandamases instalados en Washington o Wall Streat. Surgen gobiernos transformadores en Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Argentina, Honduras, etc.

Surgen entidades regionales como UNASUR, CELAC, etc., que niegan a los EEUU un papel dirigente.

Es en ese contexto regional en el que la derecha colombiana se ve obligada a aceptar un Proceso de Paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).

Pensar que el capitalismo (neoliberal o no) acepte deportivamente su derrota es de una ilusión tremenda, cercana a la traición. Decía el Che Guevara que del Imperialismo no había “que fiarse ni un tantito así”

Ante el avance de posiciones de independencia de los países se refuerza la maquinaria obsecuente con el Departamento de Estado USA. Resulta fácil encontrar puntos en común en toda América Latina y Caribe. ¿O es una simple casualidad el accionar casi calcado de ciertas instancias económicas, judiciales, policiales, de los grandes medios de (des)información de Brasil, Argentina, Paraguay, Ecuador, Honduras, etc.? Cambian sólo en aspectos superficiales, pero se mantienen en los principios fundamentales.

Sintiéndose fortalecidos por el encarcelamiento de Lula en Brasil, la traición de Moreno en Ecuador, la avalancha represora del gobierno Macri en Argentina (que incluye la insólita intervención del principal partido opositor, saltándose todas las normas democráticas) el presidente colombiano Juan Manuel Santos y secuaces judiciales se ven con fuerza para hacer saltar el proceso de paz siguiendo las directrices norteamericanas de llevar a las FARC a la misma situación de la Unión Patriótica (UP) e los años ‘80 y ‘90, cuando más de 5.000 de sus miembros fueron asesinados. Entre ellos dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, trece diputados, setenta concejales y once alcaldes.

Dice José Schulman, dirigente de la LADH, entidad argentina defensora de los DDHH decana en América Latina, que es la lucha por el control del Estado, que no del gobierno. Es la lucha por el Poder real. Es un territorio que los pueblos disputan, el territorio de la vigencia efectiva de los Derechos Humanos para todas las personas. 

* Jorge Grela - Analista latinoamericano - Mundo Obrero

RADICALIZACIÓN PROFUNDA VERSUS RESTAURACIÓN NEOLIBERAL

29.08.2018 15:03

CONTRAOFENSIVA IMPERIALISTA EN AMÉRICA LATINA

Radicalización profunda versus restauración neoliberal

Dejar casi intactos los sistemas de dominación que conlleva la estructura capitalista, posibilitó la reorganización de la derecha... creando decepciones en el campo popular.

Patricio Echegaray, destacado dirigente comunista latinoamericano, señalaba que “una de las características distintivas del capitalismo del siglo XXI es su fortaleza cultural, otra es la capacidad que ha demostrado para fragmentar la sociedad”. Por lo tanto “la lucha por articular fuerzas sociales y políticas en un único combate contra los responsables de la tragedia social es una lucha decisiva contra el control ideológico y cultural”. [1]

También indica que esta verdadera contraofensiva para revertir los grandes avances de los pueblos, reafirma que la principal contradicción en América Latina y el Caribe es “entre una radicalización profunda o la restauración neoliberal”. [2]

La fortaleza cultural del capitalismo (neoliberal o no) implica que muchos de los gobiernos progresistas terminaron participando en un terreno en el que no han dominado las reglas del juego, y en muchos casos no se han animado, no han sabido o no han querido ir hacia transformaciones profundas de un sistema económico social y se han mantenido en los corsés capitalistas, intentando la imposible cuadratura del círculo que implica un capitalismo de rostro humano.

Dejar casi intactos los sistemas de dominación que conlleva la estructura capitalista, posibilitó la reorganización de la derecha y al mismo tiempo ha socavado apoyos, creando decepciones en el campo popular mermando ímpetus y participantes.

Los palos en la rueda económica, generando desabastecimientos, precarizaciones laborales, con el trabajo conjunto de los medios de (des)información masivos, el estamento judicial y el accionar de medios armados (policías provinciales o federales, sectores del ejército) van completando el entramado que logra reconducir procesos hacia la ya mencionada restauración neoliberal.

Así se ha visto claramente en los cambios que se han producido en algunos países latinoamericanos. Desde Honduras, pasando por Paraguay, Brasil hasta Argentina. Con golpes clásicos en el primer caso, a golpes “constitucionales” (Brasil, Paraguay), o mediante procesos electorales como en Argentina. Las debilidades político-organizativas de dirigentes populares, no ha permitido aún la construcción de alternativas político-sociales sólidas, por tanto los liderazgos personalizados se hacen evidentes (Lula en Brasil, Cristina Kirchner en Argentina) y gracias a la fragmentación social esos líderes son más fácil de atacar.

El Imperialismo USA no ha cejado en ningún momento de planificar y ejecutar sus diferentes tácticas para lograr sus objetivos estratégicos. Utiliza las herramientas que puede. Ensaya lo que sea menester. Total el sufrimiento es para el pueblo real. Hambre, guerras, atentados, enfermedades, todo le resulta válido al Capitalismo para mantener y aumentar sus beneficios.

Lo hemos podido ver claramente en numerosas oportunidades cómo las multinacionales actúan sin cortapisa alguna cuando se trata de defender sus intereses. El caso más reciente sucedió en Venezuela donde a escasos días de las presidenciales, y como forma de presionar a la población, una de las principales productoras de alimentos, la multinacional Kellogg’s (cuya sede central está en los EEUU) anunciaba el cese de la producción y la consiguiente retirada del país. La respuesta del Gobierno encabezado por Nicolás Maduro fue inmediata: "Iniciaremos acciones judiciales a los empresarios de Kellogg's porque el cierre de puertas es inconstitucional. Tomé la decisión de entregar la empresa a los trabajadores para que siga produciendo para todo el pueblo", dijo el mandatario, según un twitt publicado por la cuenta Prensa Presidencial. [3]

La reacción bolivariana de avanzar en la transformación social tuvo su correlato en la amplia victoria electoral del presidente Maduro el pasado domingo 20 de mayo.

Nicaragua, radicalización revolucionaria o restauración neoliberal

En Nicaragua se está desarrollando un nuevo episodio de agresión. Los datos que llegan nos pueden llevar a confusiones. Hay múltiples movilizaciones de estudiantes, hay enfrentamientos armados y se deben lamentar numerosas víctimas mortales. Es un escenario similar al que sufriera Venezuela. Los medios callan que muchas de la víctimas son jóvenes sandinistas, e inclusive miembros de la policía y trabajadores del Estado.

La excusa de la movilización estudiantil es la reforma del sistema de la seguridad social. En dicha reforma se aumentaba el porcentaje de aportación de los empleados en un 0,75%. Mientras que los empleadores verían incrementada su parte en un 2%. La gran patronal asociada en el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) se opuso desde un principio, y en sintonía con otras organizaciones empresariales fueron convocantes de manifestaciones. Ya no se pide la retirada de la modificación de las aportaciones a la seguridad social (que ya fue derogada por el presidente Ortega), sino que piden la renuncia del presidente y todo su gobierno.

En el panorama convulso y confuso que vive Nicaragua, sirve de brújula segura ver quienes apoyan a una u otra parte. Los gobiernos de EEUU, Argentina, Brasil, Paraguay, Colombia, Ecuador y Perú atacan claramente al gobierno de Daniel Ortega, se unen a ellos la oposición venezolana de la Mesa de Unidad Nacional. Los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Cuba hablan de intentos desestabilizadores hacia un gobierno que ha logrado grandes avances sociales y económicos para el pueblo nicaragüense. El gobierno llama al diálogo, a la no violencia. Daniel Ortega en la reunión de la Mesa de Diálogo decía que “Tenemos la responsabilidad todos de salvar este momento trágico en el país para instalar las bases de la paz con justicia, libertad y democracia en nuestro país”. [4]

Nicaragua, su pueblo, saldrá adelante. Resultará victorioso como presagiaba Pablo Neruda, a condición de aumentar la participación social, de organizar la sociedad y de profundizar las transformaciones. Radicalización revolucionaria o restauración neoliberal, indicaba Patricio Echegaray. Socialismo o barbarie decía Rosa Luxemburgo.

Notas:

1. Patricio Echegaray, Las dos caras de la Crisis, pág. 16. Ediciones del Centenario, Partido Comunista Argentino.

2. Obra citada, pág. 24.

3. https://goo.gl/hQg6mJ

4. https://goo.gl/bHm835 

* Jorge Grela - Mundo Obrero

UNA LEY DE MEMORIA PARA LA RUPTURA DEMOCRÁTICA

29.08.2018 15:02

Una Ley de Memoria para la ruptura democrática

La Proposición de Ley Integral de reconocimiento y reparación a las víctimas del franquismo y la Transición que impulsa Unidos Podemos...transforma las bases legales y actuaciones memorialistas públicas rompiendo el pacto de silencio de la Transición.

La Ley de Memoria de 2007 plantea responder a los derechos de las víctimas del franquismo evitando al mismo tiempo tocar los fundamentos del pacto de silencio de la Transición que precisamente está en el origen del desistimiento y la renuncia del régimen del 78 a ejercer el deber público de Memoria, sin el que ninguna sociedad que haya sufrido violaciones masivas de los derechos humanos puede llamarse democrática. Atrapada en esta irresoluble contradicción la Ley establece un modelo de memoria basado en el mantenimiento del soporte legal de la impunidad –Ley de Amnistía y tribunales militares- y en la inhibición de los poderes del Estado para ejercer directamente las actuaciones de reparación, por lo que se renuncia a la elaboración de un censo oficial de víctimas, se delega en las asociaciones memorialistas mediante un sistema de subvenciones la posibilidad de exhumar sin tutela judicial ni intervención de la fiscalía y no se contempla el derecho a la verdad. Se construye así una memoria despolitizada, privatizada, que alude solo al dolor y a los sentimientos de familiares y víctimas, olvidando las ideas y los actos por las que fueron asesinadas así como la identidad y responsabilidad de los verdugos.

Una década después de la promulgación de la ley de memoria, miles de víctimas y descendientes han muerto sin obtener justicia y reparación, España sigue siendo el segundo país del mundo con mayor número de desaparecidos, símbolos y asociaciones franquistas se exhiben y exaltan impunemente los valores fascistas, los jueces y fiscales no están ni se les espera y la verdad sobre la República y el franquismo no ha entrado en el sistema educativo ni en los medios de comunicación públicos. Este es el desolador balance en términos de Memoria de un Estado que se autoproclama democrático.

La Proposición de Ley Integral de reconocimiento y reparación a las víctimas del franquismo y la Transición que impulsa Unidos Podemos supone en síntesis la superación del paradigma que ha marcado hasta hoy el conjunto de políticas públicas de Memoria o más bien su ausencia a nivel de estado. No se trata en absoluto de un desarrollo o profundización de la Ley de 2007, sino, al contrario, de transformar radicalmente las bases legales y las actuaciones memorialistas públicas rompiendo el nudo gordiano del pacto de silencio de la Transición. Para ello, en primer lugar el texto establece la plena nulidad de los juicios sumarísimos del franquismo así como del artículo 2 de la Ley de Amnistía que equipara de modo insoportable a víctimas y victimarios. Asimismo, se incorporan en el artículo 20 los principios y acuerdos irrenunciables del derecho humanitario internacional, fundamentalmente en lo que atañe a la imprescriptibilidad de los delitos de crímenes de guerra y contra la humanidad, ambos perpetrados sin ningún género de duda por la dictadura franquista. Estas disposiciones iniciales, largamente reivindicadas por el movimiento memorialista, dinamitan toda la arquitectura de la impunidad y reconocen públicamente la nunca perdida dignidad de los luchadores republicanos y antifascistas.

A partir de aquí la proposición de Ley va definiendo los principios y las prácticas de las políticas públicas de Memoria en el sentido establecido por décadas de lucha de las Asociaciones Memorialistas por el cumplimiento de los derechos de Verdad, Justicia y Reparación. Así, a lo largo de cuatro bloques normativos se plantea la elaboración de un censo oficial y público de víctimas con el consiguiente reconocimiento y condena del Estado del delito de genocidio franquista, la obligatoriedad para jueces y fiscales de impulsar y personarse en los procesos de exhumación e identificación de desaparecidos así como la capacidad del Estado para intervenir de oficio en estos procesos, la eliminación inmediata de la simbología franquista incluyendo los espacios privados o religiosos de uso público, la modificación del artículo 510 del código penal para prohibir cualquier tipo de exaltación del franquismo, retirar subvenciones y en su caso ilegalizar a las asociaciones que hagan apología de la dictadura o atenten contra la dignidad de las víctimas, la obligación de investigar los casos de desaparición de menores hasta 1999, la exigencia de apertura de los Archivos Públicos y Eclesiásticos con relación a Personas Desaparecidas, la creación de una red de Lugares e itinerarios de Memoria y la incorporación al currículo educativo de contenidos científicos y de valores propios de la Memoria Democrática. El correspondiente régimen sancionador –inexistente en la anterior ley de 2007-se ocupa de los posibles incumplimientos de la normativa establecida en la Ley. Por último, el marco cronológico se amplía incluyendo la Segunda República y el periodo de Transición, lo que permite introducir el derecho a conocer la verdad histórica de lo que supusieron estos dos periodos, acabando con los dos mitos construidos por el franquismo y sus epígonos de una República fratricida que alumbró la guerra civil y de una Transición pacífica y modélica, en la que las élites dirigidas por el rey entregaron al pueblo la libertad y la democracia.

La proposición de Ley viene cargada de futuro y constituye un factor clave para fortalecer las luchas del presente por la ruptura democrática y la República. La reivindicación de la Segunda República como el régimen político más profundamente transformador y democrático de la historia de España y el desvelamiento del papel que realmente jugó la monarquía como un elemento de continuidad del poder franquista deben traer consecuencias políticas en el sentido de ampliar las bases sociales prorrepublicanas y debilitar la imagen de la monarquía. En el mismo sentido, la recuperación de la memoria de la lucha y la resistencia popular organizada es otra seña de identidad de esta necesaria proposición de ley, que entrega a la ciudadanía del siglo XXI como un patrimonio intangible el ejemplo de generaciones de trabajadoras y trabajadores que nunca se rindieron en la desigual lucha por una existencia libre y digna.

* Luis Naranjo - Mundo Obrero - España

HAY QUE PONER FIN A TODOS LOS VESTIGIOS POLÍTICOS Y CULTURALES DEL FRANQUISMO, HAY QUE RECUPERAR LA MEMORIA DE TODAS SUS VÍCTIMAS

28.08.2018 15:00

Hay que poner fin a todos los vestigios políticos y culturales del franquismo, hay que recuperar la memoria de todas sus víctimas

Ante la aprobación del decreto ley para sacar a Franco del Valle de los Caídos

El pasado 24 de agosto el Gobierno aprobó el Decreto Ley 10/2018 por el cual se adoptan las medidas para exhumar y retirar los restos mortales del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica de 2007 y dando así cumplimiento a la Proposición No de Ley de 11 de mayo de 2017 aprobada con un solo voto en contra por el Congreso de los Diputados y a distintas recomendaciones emitidas por organismos de Naciones Unidas en los últimos años.

A juicio del Partido Comunista de España el citado Decreto ley se ha aprobado con 40 años de retraso, siendo unánime entre las personas demócratas del mundo que los restos o la memoria de un dictador fascista responsable de innumerables crímenes de guerra y de lesa humanidad no pueden ser honrados en ningún sistema democrático.

De hecho, España continúa siendo el segundo país del mundo en número de personas desaparecidas a consecuencia de violencia política, cuyos restos no han sido exhumados ni identificados debido a la desidia de la totalidad de los gobiernos que hemos tenido desde el final de la Dictadura. La permisividad de la democracia española con su reciente pasado fascista y con los negacionistas de los crímenes de la dictadura franquista, es impropia de un Estado de Derecho y de cualquier país que pretenda ser considerado democrático y respetuoso con los derechos humanos.

En 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó: “En origen, naturaleza y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini; (…) Convencida de que el Gobierno fascista de Franco en España, fue impuesto al pueblo español por la fuerza con la ayuda de las potencias del Eje (…) no representa al pueblo español (..), está haciendo imposible la participación en asuntos internacionales del pueblo español. (…) Recomienda que se excluya al Gobierno español de Franco como miembro de los organismos internacionales (..) Recomienda que (…) el Consejo de Seguridad estudie las medidas necesarias que han de tomarse para remediar la situación. (…)”

Para la Comunidad Internacional, el Franquismo ha sido un régimen fascista que debía ser condenado y excluido del concierto de las naciones civilizadas. Solo la ignorancia o la complicidad pueden obviar esta realidad. Que diversas fuerzas políticas, como el Partido Popular y Ciudadanos, a fecha de hoy continúen defendiendo el régimen franquista, justificando el golpe de Estado y la intervención extranjera que lo posibilitó, y se opongan a poner fin a la exaltación del Franquismo y a la exhibición de símbolos fascistas, habla mal de la naturaleza democrática de dichas fuerzas políticas y las convierte en cómplices de la represión de la dictadura.

Mas preocupante aún es que en España sigan existiendo reductos franquistas en las instituciones y administraciones públicas, de forma especialmente evidente en la Justicia y las Fuerzas Armadas. Es inaceptable que ex altos mandos del Ejercito del reciente periodo democrático difundan en los últimos días a través de los medios de comunicación vergonzosas justificaciones de la Dictadura y del Dictador con la absoluta permisividad de la Fiscalía y de las Fuerzas Armadas cuyo máximo mando desempeña el actual Jefe de Estado, quien a fecha de hoy no ha considerado la situación de la suficiente importancia como para pronunciarse. Sin embargo, al Ministerio de Defensa del Gobierno del PSOE le ha faltado tiempo para abrir expediente disciplinario a un suboficial del Ejercito que ha manifestado lo que la totalidad de las personas demócratas defendemos, que no es justificable en nuestra Constitución ni en una democracia ni la dictadura franquista ni ensalzar al criminal Dictador. El mundo al revés, para vergüenza de nuestro país ante la Comunidad Internacional.

El PCE apoya todas las medidas, sin duda de máxima urgencia por higiene democrática, que tengan como finalidad honrar a todas las personas que padecieron las injusticias y represión de la Dictadura militar y para ello es imprescindible poner fin a ese “parque temático” del Franquismo que es el Valle de los Caídos, tal y como viene exigiendo las asociaciones de víctimas del Franquismo y de recuperación de la Memoria Democrática. Creemos que el Gobierno ha perdido una importante oportunidad para incluir en el Decreto aprobado las medidas necesarias para ello, como es la recuperación de su antigua denominación, “Valle de Cuelgamuros”, la desacralización de la Basílica y la salida de los monjes benedictinos, la retirada de la cruz y demás símbolos religiosos, la identificación de los restos de las más de treinta mil personas enterradas en las criptas y la devolución de los mismos a sus familias, y abordar un estudio sobre su desmantelamiento en el caso de que el coste de su rehabilitación sea desorbitado o su restauración y conversión en un centro de interpretación de la memoria democrática.

La urgente exhumación y retirada de los restos de Franco debe ir acompañada de la inmediata exhumación de los restos del fundador del partido fascista Falange Española José Antonio Primo de Rivera. No existe motivo alguno para que sus restos continúen ocupando un lugar destacado en un monumento funerario público. Lo contrario supone entender que este Gobierno considera que por haber fallecido durante la Guerra Civil el líder fascista que obtuvo 6.800 votos en las Elecciones Generales de 1936, un 0,7%, merece mayor homenaje que cualquier otra persona que también muriera a consecuencia del conflicto armado desatado por el golpe de Estado del 18 de Julio de 1936.

El PCE pide a los medios de comunicación y a los líderes de opinión que no contribuyan a crear confusión propiciando revuelos mediáticos que solo benefician a la ultraderecha española. Que cumplan con su función social de contribuir a garantizar los derechos de las víctimas de las graves y masivas violaciones de los derechos humanos realizadas por el Franquismo. Que contribuyan a explicar la necesidad de garantizar el derecho a la Verdad, a la Justicia, a la Reparación y a las garantías de no repetición para las víctimas del Franquismo, como reiteradamente vienen pidiendo los organismos internacionales, y en especial las Naciones Unidas, a los distintos gobiernos españoles, sin éxito hasta el momento.

El PCE ha sido sin duda la fuerza política que mas ha luchado contra el Franquismo y por la democracia desde la instauración de la dictadura. Este trabajo ha continuado en democracia con la reivindicación de la recuperación de la Memoria Democrática, la reparación a las víctimas y la democratización de las instituciones. Esta coherencia nos da la necesaria autoridad moral para exigir al actual Gobierno que se acometan de forma urgente todas las medidas necesarias para poner fin a todos los vestigios políticos y culturales del Franquismo que aún quedan en España, y de forma prioritaria que se proceda a la exhumación de los miles de desaparecidos que permanecen enterrados en fosas y cunetas a lo largo de todo el país.

Secretariado del PCE

COLOMBIA: GANÓ EL URIBISMO, PERO CON RESULTADOS HISTÓRICOS PARA LA IZQUIERDA

28.07.2018 14:59

URIBE PRETENDERÁ QUE DUQUE SEA EL TÍTERE QUE DESMANTELE LOS ACUERDOS DE PAZ CON LAS FARC

Colombia: ganó el uribismo, pero con resultados históricos para la izquierda

Los 8 millones de votos, el 43%, que respaldaron a Gustavo Petro, confirman que está naciendo una nueva identidad política solvente y plural en la izquierda.

Tras una campaña de total polarización, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia trajeron la victoria del candidato de la derecha, Iván Duque, que obtuvo 10.362.080 votos (54%), contra los 8.028.033 de su rival, Gustavo Petro (43%), candidato de la coalición de izquierdas Colombia Humana. Por primera vez un candidato de izquierdas en Colombia le disputaba el modelo de país a la derecha en segunda vuelta, en la aspiración legítima de disputarle el poder a una élite enquistada y corrupta que gobierna desde siempre Colombia como si fuera su finca, a espaldas de la ciudadanía y con prácticas clientelares, corruptas y a menudo criminales.

Ya desde enero Gustavo Petro, un exguerrillero que fue senador y alcalde de Bogotá, dio un vuelco a las campañas mediáticas tradicionales al iniciar un recorrido en caravana por todo el país, donde tuvieron lugar mítines multitudinarios en las plazas públicas. Su narrativa atacaba un modelo de país corrupto y desigual modelado por las élites y apelaba a la participación del pueblo en la construcción de acuerdos generales con la opinión pública y propuestas orientadas a subvertir los valores del establecimiento. Sus propuestas de país se centraron en la lucha contra esa corrupción que causa indignación al ciudadano, en el combate contra el inacabable narcotráfico, en el apoyo al proceso de paz y en la lucha contra la desigualdad social y por un país con desarrollo social para todos y energías renovables.

Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, y de la lucha contra esta realidad hizo Colombia Humana el centro de su campaña, con un proyecto democrático y popular con propuestas para reformar un estado oligárquico, por un país inclusivo, con equidad social y con acceso a los derechos sociales de las personas más necesitadas, tales como la salud, la educación, la vivienda o los servicios públicos. En Colombia estos derechos, son privilegios a los que pocas personas tienen acceso pleno.

Sintiéndose amenazadas como nunca y por primera vez en décadas, las fuerzas del 'establecimiento' tejieron rápidas alianzas tras la candidatura de Iván Duque, que recibió el apoyo de toda la aparente fragmentada derecha: Santos, Uribe, Gaviria o Pastrana como expresidentes; Partido Liberal, Partido Conservador, Partido de la U y Centro Democrático, como eficaces maquinarias políticas. Sin embargo, Colombia Humana no logró el apoyo de Fajardo o de Robledo, dirigentes de centro izquierda que pidieron el voto en blanco (se obtuvieron 800.000), y resultaron estúpidamente funcionales a la derecha en una situación electoral polarizada en extremo. El Partido Comunista colombiano y otras fuerzas de izquierdas sí fueron conscientes del momento histórico y unieron fuerzas con Petro.

Pese a esto, por primera vez se ha roto el tradicional e inteligente bipartidismo de la derecha, que se presentaba siempre bajo diferentes etiquetas, para disputar en segunda vuelta entre ellos, dos fórmulas que en el fondo representaban ambas los intereses del establishment dominante. Lograban así excluir a la izquierda de la disputa electoral decisiva, y si era necesario, recurrían al asesinato político del adversario para resolver las cosas, infundiendo un miedo histórico además, a una parte de las clases populares que acababan absteniéndose de participar en procesos electorales, en un país donde el sufragio no es obligatorio.

Los resultados históricos de Gustavo Petro (43%), insuficientes aún para gobernar, son un paso de gigante en la historia del país y representan sin duda el principio del fin de una época, y el inicio de la construcción de una nueva hegemonía política que acabará desplazando más pronto que tarde a las élites que por siglos han ejercido la dominación en ese país. El primer desafío se encuentra en las elecciones regionales de octubre de 2019 en donde Colombia Humana puede recuperar la alcaldía de Bogotá y de otras grandes ciudades, y acumular fuerzas para preparar las próximas presidenciales de 2022. Allende o Lula ganaron a la tercera, en Chile y Brasil.

Petro logró conectar con un pueblo con ganas de cambio, y los más de 8 millones de votos, representan sobre todo la construcción de un gran bloque popular de izquierdas, que más allá de la concreción política y el desarrollo que establezca en el futuro (coalición, frente amplio), confirma que está naciendo una nueva identidad política solvente y plural en la izquierda, que empezará su trabajo político en la oposición a las políticas neoliberales de Duque con una más favorable correlación de fuerzas, y que tiene un proyecto alternativo democrático y popular. A pesar de eso, ha costado mucho. Como os imagináis, casi sin dinero en campaña, ha sufrido constantes acusaciones mediáticas, entre otras la de "llevar a Colombia al castrochavismo", e incluso Petro sufrió un atentado en Cúcuta en marzo cuando sufrió varios disparos que chocaron contra los cristales blindados de su auto. Es el precio habitual de la lucha en Colombia. Y pese eso, el 43% del voto.

Iván Duque tendrá que demostrar pronto si es mayor de edad o si es simplemente el hijo de un exministro y un ricachón tutelado por Álvaro Uribe. Este, que acumula numerosas denuncias e imputaciones en su contra por crímenes contra la humanidad, 'falsos positivos', y vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico más que evidentes, le insistirá en la necesidad de depurar y domesticar el poder judicial en primer lugar, para no acabar en la cárcel por sus responsabilidades.

De otra parte, Uribe es el principal enemigo de los acuerdos de Paz con las FARC en Colombia, y pretenderá que Duque sea el títere que desmantele esos históricos acuerdos (sobre todo poner fin a la Jurisdicción Especial para la Paz) y que dé por terminadas las negociaciones del gobierno colombiano con la guerrilla marxicristiana del ELN que actualmente se llevan a cabo en La Habana.

A Duque, por otra parte, le ha faltado poco tiempo, tras las elecciones, para visitar EEUU donde ha expresado su pleno compromiso con la agenda de seguridad en América Latina de la extrema derecha fascista que Donald Trump representa con tanto descaro. Reunido con Mike Pompeo, secretario de Estado, con Marcos Rubio, senador anticastrista y antimadurista, y con Luis Almagro, Secretario de la OEA, se comprometió a radicalizar la política exterior contra Venezuela, propuso acabar con UNASUR y reforzar el viejo sistema interamericano centrado en la OEA y al servicio de EEUU. Colombia, con siete bases militares de EEUU en la zona, es hoy la punta de lanza del imperialismo en América Latina. Duque no cambiará la decisión de Santos respecto a que Colombia ingrese en la OTAN.

De otra parte, Duque asumió lacayamente que los cultivos de uso ilícito se han incrementado (más en las cifras de EEUU que en las de la ONU) y que es culpa de Colombia y no del fracaso demostrado de la política antidrogas de la Casa Blanca en Colombia (Plan Colombia), basados en la fumigación con glifosato, a pesar de que estudios de la ONU han demostrado el actuar cancerígeno de este herbicida. Es el único país del mundo que lo usa todavía, pues Duque que sí.

Como las políticas de las élites colombianas se dictan en EEUU, Iván Duque visitó también la banca internacional para garantizarle que bajo su gobierno se cumplirá la agenda neoliberal: ajuste fiscal, facilidades para inversiones transnacionales, reducción del gasto social, reforma laboral y de las pensiones, más reducción de salarios, etc. Sin duda esta agenda traerá a Colombia el inicio de un nuevo ciclo de movilizaciones populares centradas en la lucha por los derechos sociales y económicos del pueblo tradicionalmente negados por la oligarquía colombiana.

El nuevo presidente tendrá también otro desafío en relación a los temas de derechos humanos, pues el asesinato de líderes sociales en Colombia (318 desde 2016) es un absoluto escándalo que nunca termina y las recientes y exitosas movilizaciones ciudadanas impulsadas por grupos de oposición y activistas de derechos humanos exigen a Duque la toma de medidas inmediatas para frenar esos asesinatos, entre otras el combate contra el paramilitarismo y la puesta ante la justicia de sus responsables. Si Duque ignora este hecho, y sigue tras la senda de Uribe, será cómplice de los futuros asesinatos por razones políticas o sociales.

Y si el estado oligárquico no es capaz de hacer respetar la vida de su pueblo, de respetar un estado de derecho, de acabar con la impunidad de los paramilitares, de impulsar un plan de Paz que termine con 50 años de guerra, o de afirmar una propuesta económica que impulse la equidad social, significará que la derecha colombiana nada habrá aprendido de este proceso electoral. Desde esos 8 millones de votos, históricos en la política colombiana, habrá que dar la batalla para la lucha por la construcción de un bloque social y político que apueste por la democratización, la justicia social, la paz y el derecho a la vida.

La Colombia vieja de las élites ha empezado a morir, y se abre una oportunidad de cambio social futuro en la disputa entre continuidad y cambio político. A acumular fuerzas, a organizarse, a hacer oposición contundente, a luchar con nuevas propuestas de país. 

* Enrique Santiago Romero - Fran J. Pérez Esteban - Mundo Obrero

ATRIA: “EL PROYECTO PS NO PUEDE SER OTORGAR ROSTRO HUMANO AL NEOLIBERALISMO”

25.03.2018 14:57

Atria: “El proyecto PS no puede ser otorgar rostro humano al neoliberalismo”

 

Para el constitucionalista los próximos dos años para Chile, y para el PS, son claves. Cree que la arena política se removerá de tal modo que el PS se verá obligado a decidir entre una senda de humanización -y administración- del neoliberalismo, o una que proponga un proyecto post neoliberal. Para eso, sugiere, es vital la convergencia de lo que él denomina "fuerzas transformadoras".

Fernando Atria acaba de leer el proyecto que la presidenta Michelle Bachelet envió al Congreso para empujar una nueva carta fundamental. No es lo que esperaba, y tiene palabras para explicarlo. Pedagógicamente analiza la última gran iniciativa del oficialismo y, de pasada, aprovecha de hacer un completo análisis del panorama político y partidario que se asoma por los próximos cuatro años.

¿Cómo interpreta el gesto de la Presidenta Bachelet que, a cinco días de abandonar el gobierno, firma un proyecto para una Nueva Constitución?

Antes de leer el proyecto yo pensaba que la Presidenta quería, primero, completar la promesa. Lo segundo era que este proyecto podía cumplir una función: respaldar a quienes estábamos por una nueva Constitución, para demostrar que no era nada desatado ni irracional y podríamos decir “esto es una nueva Constitución”. Ahora, habiéndolo leído, ese segundo sentido no va a ser cumplido en absoluto, lo que es un grave error, porque el proyecto, aunque diga que es una nueva Constitución, se construye como modificaciones a la Constitución vigente.

Es más bien una gran reforma…

Sí. Son modificaciones que, si se llegaran a aprobar -que no se van a aprobar-, serían importantes. Hay reconocimiento constitucional de pueblos indígenas, entonces hay cosas importantes, pero está construido sobre la Constitución de 1980, entonces mantiene el lenguaje “guzmaniano” y después corrige. Si vamos a hacer una nueva Constitución, mejor desecharla. ¿Por qué mantener lo primero y compensar? Mantiene las leyes orgánicas constitucionales, aún con quorum calificado. Entonces, ¿por qué no eliminarlas?

¿Entonces, asumiendo que algunas partes no serán aprobadas, tiene errores tanto de contenido como de estrategia? Yo no entiendo la lógica. Supongo que ellos tienen clarísimo que las posibilidades de aprobación de este proyecto son nulas y que, si fuera aprobado, sería después de una trabajosa negociación parlamentaria en que todo lo que es importante va a ser purgado, que fue lo que pasó el 2005. Este proyecto tiene una viabilidad cero. Yo supongo que eso lo ven. Lo que se debió hacer ara tomar como base la Constitución de 1925 y hacer las modificaciones sobre ese texto.

¿Quería la Presidenta Bachelet tener una nueva Constitución?

Mi opinión es que sí. Lo que ocurrió es que se encontró con la incapacidad de la cultura política binominal para enfrentar el problema. El problema constitucional tiene dos momentos. Uno es el original, y el otro es el problema 30 años después. El original es que se creó una Constitución para proteger el modelo neoliberal. Organizaron los poderes del Estado de modo tal de garantizar que no se pudiese transformar. Entonces se configuró un poder neutralizado, incapacitado de tomar decisiones transformadoras, de cualquier tipo. Si uno mira para atrás uno revisa: ¿cuáles son los casos en los que el sistema político ha sido capaz de identificar un problema grave que haya requerido una decisión política transformadora y que haya sido eficazmente resuelto? No hay casos. Quizás la Reforma Procesal Penal. El problema de la descentralización y la reivindicación del pueblo mapuche son dos ejemplos. En ambos casos no se ha podido avanzar y se agravan a medida que pasa el tiempo.

Ese es el original, ¿y el de treinta años después?

Treinta años después siguen habiendo esas reglas pero hay otra cosa: la cultura política binominal empezó a entenderse a sí misma atada, aun cuando no lo estuviera. Entendían que no actuar mediante grandes acuerdos es “pasar la aplanadora”. Si yo pienso: ¿qué reforma legal se hizo “pasando la aplanadora”? Yo diría, por ejemplo, la creación de las AFP. Una aplanadora no es la ley de inclusión, que se discute en público y se vota en el Congreso. Si eso pasa para modificar las AFP, isapres o universidades, imagínate cómo es con la Constitución.

Entonces, ¿tenía Bachelet ánimo de cambiar la Constitución?

Yo creo que sí, pero se enfrentó a esta cultura política binominal.

La Presidenta Bachelet decidió asumir el liderazgo de un gobierno reformista. Terminó pagando los platos rotos -con una desaprobación importante- de un gobierno que intentó impulsar reformas que verían algunos resultados a largo plazo. La constitucional es una de ellas, se pagó el precio por eso, y aun así se perdió la oportunidad de hacer un cambio significativo. Probablemente pasen años antes de una nueva reforma. ¿Es un despilfarro mandar un proyecto así?

Hay tres cosas. Primero, este gobierno enfrentó una oposición de la derecha completamente desproporcionada. Pensar que un gobierno de Guillier iba a ser como uno de Maduro es una ridiculez. Sin embargo la campaña de Chilezuela tuvo cierta eficacia. La segunda es que, fruto de una cultura política binominal, se empezaron a producir dentro de la Nueva Mayoría (NM) conflictos. La promesa de la NM era que en esas divisiones, entre quienes querían transformar el modelo neoliberal y quienes quería seguir humanizándolo, tenían el predominio quienes estaban por transformar. A medida que se fue debilitando el gobierno, los pro neoliberalismo fueron ganando fuerza. La designación de Burgos representa eso muy bien. Y la tercera, que es la que está más en control del gobierno, es que uno no puede presentar un proyecto de reforma constitucional que tenga errores de redacción. Defenderse de acusaciones porque está mal hecha, mal redactada, se hace insostenible.

¿Tuvo errores de origen el proceso constituyente?

Si uno entiende cuál es el problema se da cuenta de que la solución tiene que estar a la altura del problema. Había dos alternativas: la que se eligió, o un plebiscito anterior al proceso. Ese plebiscito habría abierto una puerta que no se pudo abrir. La pregunta es ¿por qué no se eligió el camino del plebiscito? Ese fue el gran triunfo de Burgos, seg-ún él mismo dice.

 

Piñera y Guillier

¿Por qué ganó Sebastián Piñera las elecciones presidenciales?

Yo no creo que uno pueda decir que la elección tiene un significado sociológico profundo. Me parecería un poco ridículo porque hace cuatro años la derecha había sufrido una derrota histórica. La necesidad de una transformación para llegar a un Chile post neoliberal sigue tan vigente como antes. Yo creo que había una sensación de que la Nueva Mayoría no podía hacerlo. Y claro que no podía, porque es parte de la “clase política”. Como es “la clase política”, sus promesas transformadoras eran recibidas cada vez con más esceptisismo. La candidatura de Guillier se afirmó inicialmente porque él significaba un “yo no soy uno más de ellos”. Lo que terminó representando Guillier fue un reflejo prístino y puro de lo que se le reprochaba a la NM.

Las que mencionas son, a excepción de la campaña del terror, falencias y carencias propias de la NM. Es decir, el proyecto político alternativo podría haber sido el Frente Amplio (F.A.) y no Chile Vamos…

Eso explica que el F.A. haya obtenido 20 por ciento de los votos, si no hubiera sido por las encuestas amañadas de la derecha, perfectamente podría haber pasado a segunda vuelta.

Pero algo tuvo que hacer bien la derecha, ¿o no?

La derecha supo capitalizar todo esto.

¿Con propuestas?

Supo entender que si iban directamente en contra de la idea transformadora iban a perder. Por eso en segunda vuelta prometieron AFP estatal y gratuidad. Por otro lado, la campaña de Guillier no supo entender que se necesitaba un discurso que le diera viabilidad a un discurso transformador.

¿Y cuánto tuvo que ver tener un mal candidato presidencial?

Yo no creo que Guillier haya sido un mal candidato. Hay una explicación un poco más larga. Fue un candidato que llegó a serlo de una manera que contradecía las razones por las que era candidato. Él era candidato porque “no era parte de la cocina”, pero se convirtió en postulante a La Moneda como resultado de la más clara de las cocinas. Terminó siendo candidato del PS en una votación del comité central a la cual se llegó después de negar la posibilidad de primarias internas, ¡y esa votación fue secreta! Si uno dijera: “demos un ejemplo de una política que descansa en la máquina y en la cocina y que ignora la óptica ciudadana, ¿cómo lo hacemos? Evitemos una consulta ciudadana que había sido prometida y después elegimos a puerta cerrada y en secreto a nuestro candidato”. Eso se fue replicando durante la campaña. El PS elige a Guillier así, después se baja Lagos, obvio, después la DC dice que no va a primarias, obvio también. Entonces se pierden las primarias para reforzar una candidatura. ¿Cómo hay una política que es sistemáticamente incapaz de hacer lo que cualquier observador razonable diría que hay que hacer? Es insólito, increíble.

En este contexto ¿cuál es la crítica a las dirigencias del PS? ¿Cuán lejos están ellas de los principios originales del partido?

Lo que se ve es esta creciente distancia entre la ciudadanía y la “clase política”. Esta distinción, “nosotros” y “ellos”, es la que hoy articula la política en general. Eso mismo pasa dentro de los partidos, de todos. Una alienación entre los militantes de base y las cúpulas partidarias. Al PS le pasa esto agudamente. Tiene una conducción totalmente despolitizada. El caso del PS está llegando a un punto crítico porque, entre otras cosas, le fue relativamente bien las elecciones, entonces el momento crítico quedó tapado. Yo creo que si sigue por donde va, va por el camino del PS griego o francés, que son partidos socialistas otrora poderosos y que ahora están totalmente destruidos porque perdieron la capacidad de articular un proyecto político transformador El PS necesita articular un programa post neoliberal. Si no lo hace el PS, lo hará el F.A. Eso nos llevaría a un escenario como el español, en el que la izquierda está dividida. Si a las elecciones va la derecha unida y la izquierda va dividida, ¿qué va a pasar?

Entiendo de tus palabras un llamado a hacer del PS un partido efectivamente socialista, pero da la impresión de que no hay voluntad política para hacer socialismo en el PS…

Hay poca voluntad en las cúpulas del PS, pero mucha en las bases.

 

La constancia y la luz al final del túnel

Atria guarda silencio un momento y desliza con tono medio burlón, como si le hubiesen hecho esta pregunta cien veces: Ahora me preguntas “¿por qué estoy en el PS?”

Ya llegaremos a eso, pero ¿cómo llegan las cúpulas a ocupar ese sitial con tal nivel de desconexión de las bases?

Si uno va donde cualquier ciudadano y le pregunta qué opina de los políticos, ¿qué te va a decir? Pero uno ahí recuerda: “los políticos” no están ahí por haber sido nombrados por cuatro generales. Están ahí porque ganaron elecciones. Y uno pregunta a los votantes y despotrican. En el PS es lo mismo que la política nacional.

Volviendo a la pregunta que sacaste a colación, desde su renovación el PS ha sido conocido por sus tendencias. Siempre ha tenido una tendencia predominante y, también, siempre ha existido una tendencia que se ha ocupado de tensionar, desde la izquierda, a la tendencia predominante. Hoy lo hace la Izquierda Socialista. ¿No siente a esta fuerza como parte del status quo de un partido que ya optó por un camino alternativo a ese?

Este fenómeno de que la ciudadanía votaba por los políticos, a pesar del desprecio que se tiene por ellos, experimentó un giro que llevó al 20 por ciento del F.A. La pregunta es si eso puede pasar dentro de los partidos. Las máquinas clientelares que son los partidos son las que manejan el poder formal y eso lleva a la consolidación de las cúpulas que hay, que responden a sus lógicas porque no descansan en una validación ante el partido militante, sino en la eficacia de esas máquinas clientelares. Entonces, ¿es posible que surja dentro del PS una posibilidad que apele al partido militante?

No solo que surja, sino que adquiera un rol protagónico, predominante…

Estoy en el PS porque todavía creo que eso es posible. Ahora, esa esperanza no va a ser sostenida con independencia de lo que pase en la realidad por tiempo indefinido. Si no ocurre llegará un momento en el que me diga: parece que esto no resultó, y ese momento se acerca. La posibilidad de que el PS entre en un camino irreversible es algo que hay que tomarse en serio. El hecho de que una pelea del pasado haya sido ineficaz no quiere decir que hoy día vaya a serlo. Hoy las condiciones para eso son más propicias de lo que eran hace quince años. Yo tengo una crítica matizada. No levanto el dedo acusador contra quienes, a cargo del PS después de la renovación, entendieron que en los 90’ la prioridad uno era asegurar la viabilidad del bloque. Ahora, eso pudo haber tenido sentido en los 90’, pero en la medida en que va desapareciendo la posibilidad de una regresión autoritaria esa idea empieza a perder su sentido. El sentido que puede haber tenido, hoy indiscutiblemente ya no lo tiene. Lo que necesita hacer el PS para garantizar su sobrevivencia es reconectarse con su historia y ofrecerle al país un programa transformador.

Muchos no ven esa luz al final del túnel. ¿Por qué seguir manteniendo esa fe?

El tiempo que viene, de aquí a uno o dos años, es un tiempo en el que es probable que haya movimientos en la política de los que no suele haber. Creo que se ha abierto un periodo en que las cosas no respondan a las lógicas que han articulado a la política chilena en los últimos casi 30 años, entonces creo que es un periodo muy importante. Si surge un PS que asuma un proyecto de este tipo, las posibilidades para las fuerzas transformadoras en Chile son considerables, porque eso, creo yo, permitiría abrigar la esperanza de una convergencia. Si esto no resulta, y si el PS se mantiene con ideas de unirse con el PPD, bueno, las posibilidades de convergencia con las fuerzas transformadoras son cercanas a cero. Mientras tanto lo que va a haber es una izquierda dividida, con un proyecto sin viabilidad política. Entonces hay mucho en juego.

A riesgo de parecer insistente, ¿no fue el 2011 una ocasión propicia para tomar ese rumbo?

No había mucha necesidad de hacer algo distinto, porque lo que había que hacer es simplemente sentarse cuatro años y en cuatro años más nos va a caer el gobierno de nuevo, porque era algo evidente. Eso, hoy, no es así. Al contrario, no hay ninguna seguridad de ganar en cuatro años más. Ahora sí hay una necesidad objetiva de articular un proyecto político que no había en 2011. Entonces tenemos una posibilidad más grande que la que había.

La NM y el PS se han acomodado dentro del espectro progresista administrando así el modelo neoliberal, maquillándolo con reformas como las de este gobierno, no intentando dejarlo atrás. ¿Debería el PS abandonar el progresismo?

El proyecto del PS no puede ser dotar de rostro humano el modelo neoliberal. Eso es axiomático. Durante los noventa, haber esperado el surgimiento de un programa político transformador no era realista. Ahora, esto se vuelve problemático cuando ese momento cambia. Cuando un horizonte de transformación se hace posible, si se sigue insistiendo en seguir humanizando el modelo neoliberal, eso muestra que ya no estás en una lógica socialista. Esos horizontes se abrieron fuertemente en 2011. No es lo mismo asumir una posición de humanización del neoliberalismo hoy, a hacerlo en 1995. Mi juicio hoy sería mucho más categórico. Lo fundamental es darle a un proyecto de transformación una estructura y un contenido que lo haga plausible. Lo que necesita es ser articulado política y técnicamente. Sabemos que en la medida en que se intente realizar un programa así eso va a afectar intereses poderosos y va a haber oposición, y va a haber que enfrentarla. A través de todos los medios democráticos, por cierto.

 

El Frente Amplio y la identidad transformadora

¿Qué no te seduce o qué no te gusta del Frente Amplio?

En buena medida el F.A. es una interrogante. No sabemos cómo va a enfrentar el hecho de tener una fuerza parlamentaria. Va a tener que participar de negociaciones parlamentarias, en algunos casos votar que sí a cosas que no consideran ideales, entonces van a tener que crear formas de procesar las diferencias.

¿Es madurez?

No quiero decir madurez, porque eso supondría que estoy diciendo que son inmaduros y creo que hay que erradicar todo ese lenguaje que infantiliza al F.A.

Son sus pocos años de vida…

Hay que hablar de ellos como una fuerza política más. Tienen una característica: que es nueva. Es un hecho. Eso no significa que sea sospechoso, quiere decir que no ha pasado por la política de la realidad, esa en la que es necesario estar dispuesto a actuar en el mundo como es, no como a uno le gustaría que fuera. En ese mundo la política tiene poco poder, en que no se puede avanzar todo lo que uno quisiera, ni mucho menos, entonces hay avances ambiguos. Espero que el F.A. sea capaz de desarrollar formas de proceder que lo habiliten para enfrentar ese desafío. Yo supongo que lo van a hacer, con algunos tropezones, pero son conscientes de la responsabilidad que tienen. No es que haya cosas del F.A. que no me gusten, hay aspectos que considero interrogantes.

¿Cómo ve la línea de alianzas para el futuro del PS? ¿Con quién debería trabajar? ¿Debería existir una NM?

Creo que hoy esa es una pregunta menos urgente de lo que uno pensaría. Las interrogantes están en todos lados. En la Democracia Cristiana (DC) están reflexionando, no sabemos qué posición adoptará. En el pasado el PS entendió que su contribución era asegurar a cualquier precio la unidad con la DC. Hoy el PS necesita asumir un programa transformador y después mostrar disposición a converger con todos quienes estén dispuestos a converger en un programa como este.

¿No suena algo intransigente?

No voy a juntarme con quienes quieran realizar un proyecto contrario, pero hay que repolitizar al PS. Tiene que definirse por un proyecto político, de lo contrario está condenado a la irrelevancia.

 

OPERACIÓN CÓNDOR: “MATEN A CARLOS ALTAMIRANO”

22.03.2018 13:08

¡Maten a Carlos Altamirano!

 

La Operación Cóndor fue un plan de los altos oficiales de la DINA para exterminar a los que ellos consideraban como enemigos de la civilización occidental. Se intentó coordinar a distintas organizaciones de seguridad de América Latina y grupos de extrema derecha de Europa y Estado Unidos, para comenzar una casería de prominentes exiliados por el mundo. Carlos Altamirano Orrego fue uno de los primeros que se intento asesinar. Incluso persiguiéndolo en calles de países comunistas. Nunca lograron hacerlo. Menos suerte tuvieron el general Carlos Prats, Bernardo Leighton y Orlando Letelier, víctimas todos de la misma mano criminal: Michael Townley y sus asociados.

El Año Nuevo de 1974 perdió algo de su sabor y brillantez para los servicios de seguridad chilenos. En efecto, ese día tendrían una sorpresa desagradable: el máximo jefe del Partido Socialista chileno -Carlos Altamirano Orrego- apareció públicamente en La Habana, Cuba. El dirigente político más buscado de la Unidad Popular, el enemigo más odiado por los militares del 11 de septiembre de 1973, había conseguido romper el cerco que en más de una oportunidad estuvo a punto de rendir sus frutos. La muerte de al menos dos personas de las que se prestaron para asegurar la vida de Carlos Altamirano durante esos días es la prueba de la proximidad en que el comando lanzado tras él estuvo de lograr su objetivo: "Carlos no caía preso, simplemente lo mataban". Era la orden que, se sabe, tenían los integrantes de ese comando.

La última vez, llegaron a establecer un cerco casi perfecto en torno al lugar donde Altamirano se encontraba. Nadie conoce con certeza el modo en que escapó, Hay versiones; que si salió por la aduana del aeropuerto de Pudahuel disfrazado; que si salió por un paso cordillerano hacia Argentina, donde lo esperaba un avión para llevarlo a un punto donde la mano de los organismos de inteligencia militar chilenos no lo alcanzara; que si un avión lo traslado a Lima; que si un submarino cubano lo rescató en algún sitio de la extensa costa del país. Versiones ciertas? Quimeras? Quizás. Solo es indesmentible que Altamirano escapó también a esa última vez gracias a un personaje -hoy en el exilio- al que se le cuelga un título que bien podría ser creación de Graham Greene, Agatha Christie o George Simenon: ?%9DEl hombre de las colleras?%9D. El, y quizás su audacia, logró lo que en un minuto preciso debió parecer imposible: burlar al comando cuando sus integrantes tenían prácticamente todas las cartas en la mano. Lo demás, tal vez, lo hizo el azar y la colaboración de algunos "países Amigos" del PS chileno y del derrocado gobierno constitucional de Salvador Allende.

Sea como sea, esas fabulaciones en torno al dirigente socialista "terminaron por investirlo de halo casi místico" no demuestran sino la propia obsesión que causaba dentro de las más altas esferas del gobierno militar de facto, Solo así se explica la frustración de sus perseguidores cuando constataron que se les había ido de las manos al confirmar su presencia pública en La Habana, sobre todo en momentos en que las autoridades militares chilenas continuaban sosteniendo que el jefe socialista no había podido abandonar el país. La DINA se encargaría de perseguirlo.

 

Por las calles de Berlín Oriental

1975. Una fecha imprecisa de principios de año. La Dirección de Inteligencia Nacional -DINA- se había constituido una docena de meses antes, en enero del 74, asesorada en esa etapa organizativa por la Central de Inteligencia Americana -CIA- que para esos efectos desarrollaba lazos especiales con servicios de seguridad extranjeros. El general Vernon Walters, para entonces Director Adjunto del organismo estadounidense, tenía a su cargo la coordinación y la conducción de las relaciones exteriores de la CIA.

Carlos Altamirano se hallaba viviendo en Berlín Oriental. El gobierno de la República Democrática Alemana le había concedido autorización para fijar su residencia allí y había puesto a disposición del Secretario General del PS chileno una infraestructura de seguridad altamente sofisticada, que el PS -as u vez- puso a cargo de un ex integrante del GAP de Salvador Allende. La casa, convertida de hecho en sede de la dirección socialista en el exilio, contaba con un circuito cerrado de televisión que cubría todas las calles adyacentes y un mecanismo por el cual todas las puertas se cerraban automática y herméticamente al producirse cualquier ruido violento, como un disparo o algo similar. De ese modo, cualquier atacante que hubiese tratado de atentar contra Carlos Altamirano dentro de la residencia, habría sido "cazado" en una auténtica ratonera.

Las normas de seguridad eran estrictas: junto al dirigente socialista iba un guardaespaldas que no le dejaba solo jamás y la casa esa periódicamente visitada por funcionarios de seguridad germano-orientales, sobre todo en momentos en que se detectaba el paso de sospechosos por la frontera berlinesa. Nadie, ningún viajero chileno -ni siquiera una ex persona del gobierno de Allende, como su ex Ministro de Defensa, Orlando Letelier podría entrar a Berlín sin ser objeto de un registro minucioso. A aquellos simplemente desconocidos, los desnudaban. Aún así, sin embargo, en más de una ocasión el automóvil de Altamirano fue perseguido por otro vehiculo en las calles de la capital de la RDA. Nunca se supo quien fue.

 

Bajo la mirada de un bazooka

A comienzos de 1975, Carlos Altamirano debió desplazarse hasta París. El viaje de Berlín Oriental hasta la capital francesa era imposible de hacer por la vía directa y viajó entonces a Praga para abordar allí el avión Aír France que lo trasladaría a su destino. En Praga la espera fue larga y tediosa. Circunscrito a las instalaciones del aeropuerto, Altamirano lo recorrió de un lado a otro en caminata parsimoniosa y paciente. Recien a las ocho o nueve de la noche el aparato ?%9Dair France?%9D estaba listo para despegar. Lo abordó, el vuelo fue corto, sin contratiempos. Pero al aterrizar en Orly, una voz nombró a Carlos Altamirano por los parlantes para que permaneciera en su asiento por algunos minutos mas. El dirigente socialista no dominaba el francés, pero comprendió el mensaje. El avión se desocupo. Sólo entonces subieron a bordo dos individuos que se identificaron como funcionarios de la Surete francesa, enviados por el Prefecto de Paris. No hubo muchas explicaciones más. Altamirano se resignó. Bajó del aparato y, con sus dos acompañantes, subió a una limusina negra de la policía. El vehiculo enfiló la carretera hacia Paris, pero se desvió y tomó un recorrido distinto. El trayecto culminó en la casa de su hijastro, Julio Donoso, donde estaba previsto que alojara. Una vez ahí, sonó el teléfono. La llamada era del Prefecto de París. Le hacia una petición, una sugerencia: que no se moviera de ese sitio. Sus hombres permanecieron en la casa: uno junto a la puerta de entrada y el otro dentro de su dormitorio. Altamirano entendía poco y se negó a aceptar una protección de esa naturaleza, que le impedía tener una libertad de movimiento para las actividades que había ido a realizar. No supo hasta poco tiempo más tarde que, en la autopista de Orly a Paris, lo esperaba un grupo de la DINA para disparar con lanzagranadas contra el vehiculo en que debió haber ido, de no mediar la protección de la Seguridad francesa. El propio Prefecto de Paris se lo comunico así. El comando detectado cometió luego el error de raptar a un exiliado chileno en Francia y los hombres fueron obligados a salir de territorio Frances.

 

De camping en México

Ese mismo año de 1975 volverían a intentarlo en otras oportunidades. La primera, algunas semanas después de aquel contacto fallido a la salida de Orly: durante la tercera sesión de la Comisión Internacional de Investigaciones sobre los crímenes de la Junta Militar en Chile, a celebrarse la segunda quincena de febrero en Ciudad de México.

A la conferencia de México estaban invitados los máximos dirigentes de la Unidad Popular en el exilio: Carlos Altamirano; el ex ministro de Relaciones Exteriores y ex Vicepresidente de la Republica, Clodomiro Almeyda; Volodia Teitelboim, del Partido Comunista; el ex embajador en Washington y ex ministro de Defensa, Orlando Letelier, liberado apenas seis meses antes de los campos de concentración en Chile, y la viuda de Salvador Allende, Hortensia Bussi. Muchos de los dirigentes de la UP que asistían al encuentro, incluidos los nombrados, estaban en la lista de nombres que constituían objetivos para la DINA, de ahí que la celebración de la conferencia era un momento inmejorable no sólo para atentar contra Carlos Altamirano, sino para quitar de en medio a varios de ellos de una vez y atemorizar al resto con un mensaje tan obvio como decirles: "!Cuídense, porque no están seguros ni siquiera en el más seguro de los países extranjeros!".

La misión era compleja y de una envergadura tal, que la hacia difícil realizar. La DINA decidió, entonces, enviar a uno de los agentes que había demostrado más empuje y sangre fría, aunque su expediente figuran algunas acciones un tanto burdas. Tenía además, la ventaja de ser norteamericano, lo que siempre era mejor que ser chileno para recavar ciertos favores de quienes tenían recursos y organización para prestarlos en cualquier lugar del mundo. Su nombre; Michael Townley.

El 6 de febrero. Townley llegó a Miami. Lo acompañaba una mujer de estatura más bien pequeña y de una belleza que no alcanzaba a ocultar el hecho de su madurez: se trataba de Inés "Mariana" Callejas, con quien se había casado en tiempos de la Unidad Popular, a pesar de las diferencias políticas que los distanciaban, Inés Callejas, al fin de cuantas, había sido simpatizante del gobierno de Allende y eso se hizo insoportable para la pareja durante la primera época de su relación. Si, en cambio, Inés Callejas había viajado con él hasta Miami ese mes de febrero era porque se había decepcionado: para ella, los dirigentes de la UP que iban a reunirse en México constituían, "liberales Ricos". Responsables de todos los problemas de Chile, que habían abandonado al pueblo a su propia suerte y a sufrir las consecuencias. Estaba convencida de que por eso merecían lo que iba a ocurrirles en México. En la billetera, Michael e Inés Townley llevaban 25.000 dólares cuando descendieron del avión en Miami. Era dinero entregado por la DINA para gastos de operación. Los pasos a seguir eran simples: tomar contacto con el Movimiento Nacionalista Cubano, lo que les facilitaría las cosas para moverse dentro de Estados Unidos y para adquirir los elementos necesarios con que ejecutar el atentado, y luego viajar a Ciudad de México. El MNC no era, quizás, el grupo más importante del exilio cubano radicado en Miami, pero si uno de los más decididos, con algunos atentados exitosos en su haber. El contacto para llegar al MNC lo había facilitado uno de los jefes de la DINA, y después de algunas entrevistas preliminares, Michael e Inés Townley llegaron al corazón del movimiento: Felipe Rivero, un vendedor de automóviles que utilizaba el negocio para ganarse la vida y como pantalla de su actividad terrorista clandestina. Se presentaron con sus "chapas"; Andrés Wilson y Ana Pizarro respectivamente.

A partir de allí, el camino no por simple estaba exento de riesgos. El más importante, disipar la desconfianza de los militantes del MNC respecto de la autentica filiación de Townley: ¿la DINA o la CIA? Su origen estadounidense era, más que sospechoso, desconcertante si, en efecto, sólo se trababa de un agente de la policía política chilena. Finalmente Rivero los contactó con los hombres del MNC que los iban a ayudar: Guillermo Novo y José Dionisio Suárez, residentes de Nueva Jersey. Ambos tenían enormes simpatías por el general Pinochet y Chile. De hecho, ambos habían estado en Santiago como portadores de un saludo a las autoridades militares chilenas y un mensaje implícito que podía resumirse en una idea: estamos a vuestra disposición.

Antes de partir en avión a Nueva Jersey. Townley tomó la precaución de concertar una cita con Novo para esa misma moche en un restaurante. Michael Townley e Inés Callejas pasaron algunos apuros con los cubanos, pero todo se selló con un apretón de manos. Conquistada la confianza de Novo y Suárez, los preparativos del plan se pusieron en marcha: los cubanos pondrían a disposición de la pareja de agentes chilenos a uno de sus correligionarios, con quien debían tomar contacto en Miami, Su nombre , Virgilio Paz. Al mismo tiempo, pusieron en manos de Townley un paquete especial: TNT, mecha y otros elementos. Pocos días después, ya de vuelta a Miami, los Townley se conectaron con Paz: un hombre joven, de no mas de veinte años y apuesto. La misión estaba lista para iniciarse; serían nueve meses de un periplo que los llevaría primero a México y luego a algunas capitales europeas para dejar tras de si un reguero de muerte y temor entre los exiliados chilenos.

Los días pasaban. Townley tenía problemas con la documentación. Su pasaporte extendido a nombre de un tal Kenneth William Envart hubiera sido una pista demasiado fácil de seguir para reconstruir sus movimientos por parte del FBI o de la CIA misma, de modo que deseaba documentos nuevos. Los cubanos actuaban, pero esas cosas eran lentas y caras. Finalmente, Novo los consiguió: Townley pasó a llamarse Andrew Brooks; Inés Callejas recibió la designación de Ama Brooks, y Virgilio Paz, la de Javier Romero, quien debía pasar por pariente de Inés Callejas; "el primo Javier". El tiempo se agotaba y decidieron concluir los preparativos de los explosivos en el camino a Ciudad de México, que hicieron conduciendo una camioneta Dodge a la que acoplaron una casa rodante de marca "American Traveler".

En México, el trío sufrió una decepción: la Conferencia había concluido días antes y ninguno de los lideres que intentaban asesinar estaba en la capital mexicana. Hicieron entonces algunas tareas menores: vigilaron la Casa de Chile, se reunieron con chilenos pro-juntistas para organizarlos y encomendarles tareas de información. Cosas menores comparadas con lo que Townley llamaba "Operación Sesión Abierta". Después el trío volvió a Miami. De allí Inés Callejas regresó a Santiago, mientras Townley viajaba a Madrid junto a Virgilio Paz, obedeciendo nuevas ordenes de seguir hasta Europa a los dirigentes que se les habían escapado en México. Años mas tarde, durante el juicio seguido a Michael Townley y los cubanos del MNC en Washington por el asesinato de Orlando Letelier, el ex agente de la DINA sostuvo el siguiente diálogo con el abogado de Guillermo Novo, Paul Goldberger, en relación a Inés Mariana Callejas:

Cuando su esposa participó en el viaje a México usted dijo que su esposa era agente. ¿Sabía ella cuáles eran las circunstancias? Ella sabía a qué iba. ¿no es cierto?

Ella sabía que íbamos a interrumpir una reunión. Eso es correcto Señor.

¿Ella formaba parte del plan?

Ella no estaba involucrada en la planificación misma

¿No fue ella utilizaba como cobertura por decirlo axial, en viajecito en casa rodante?

Eso formaba parte de la cobertura. Si, señor

Y ella sabía las circunstancias del pla... ¿Y ella sabia los nombres de las personas?? el nombre de Altamirano?? el nombre de Teitelboim?

La mayoría de los ciudadanos chilenos conocía esos nombres muy bien, señor

¿Planearon en Estados Unidos ir a matar a alguien a México?

Si, señor

Su esposa formaba parte del plan, ¿es correcto?

Ella iba a ser usada en él, eso es correcto, señor

Los contactos establecidos por Townley y Paz en Europa con las "tramas negras" italianas, la mafia corsa, los extremistas de ultraderecha de la OAS francesa (gestados a partir de la vergüenza argelina, en tiempos de De Gaulle) y los fascistas españoles (España aún soportaba a Franco) dieron luego sus frutos, aunque ricos y contraproducentes: el intento de asesinato de Bernardo Leighton y Ana Fresno su esposa. Una misión Imposible

De vuelta en Santiago, el 17 de mayo, Townley fue instruido en los detalles de un nuevo intento por el jefe de las operaciones exteriores de la DINA.

La tarea no era fácil, porque los sucesivos fallos en conseguir el objetivo de eliminar a Altamirano ya habían producido algunas bajas del servicio en las filas de la DINA. Concretamente, el antecesor de Townley para esa misión en Europa había estado esperando al líder socialista, armado con una pistola, dentro de su automóvil, estacionado en las afueras del hotel donde Altamirano estaba hospedado. Incluso vio al Secretario General del PS cuando ingresó al edificio, solo, pero una serie de circunstancias le impidieron hacer fuego?%AAAS aunque no el que lo dieran de baja. En cierta ocasión, Altamirano caminaba por Saint-Germain junto a otros ocho o nueve dirigentes socialistas, entre ellos Renato Julio. De pronto alguien se abalanzó contra el grupo, hubo una confusión, forcejeos. Los guardaespaldas de Altamirano detuvieron un auto y lo introdujeron rápidamente en él, alejándose del lugar. El individuo también logró escapar por una boca del metro donde fue imposible seguirlo. Había conseguido arrebatarle a Renato Julio una carpeta con documentos relativos a una reciente reunión del la Unidad Popular, sin gran relevancia política. Eso había sido todo.

El día 14 de junio, Michael Townley volvió a partir hacia Estados Unidos para recoger a Virgilio Paz, en el camino a su nuevo intento. Volaron juntos a Frankfurt, pero la misión se vio interrumpida menos de quince días después por una llamada urgente desde Santiago para que regresara a Chile: había surgido una misión, de carácter político, prioritaria. Se trababa de obtener testimonios gráficos de las cárceles norirlandesas donde estaban recluidos los prisioneros del IRA, para ser usados como pruebas descalificatorias del gobierno británico antes las Naciones Unidas por el asunto de la violación de Derechos Humanos. Las fotos fueron tomadas, pero por Virgilio Paz, a quien se hizo el encargo, ya que había permanecido en Europa.

Solo el 19 de julio, Townley regresó a Europa, vía Río de Janeiro, para retomar la misión de asesinar a Carlos Altamirano. Se detuvo en Frankfurt para hacer contacto con Wolf von Arnswaldt, uno de encargados de la oficina de LAN-Chile allí, donde le entregaron algunas piezas para montar un artefacto explosivo destinado al líder socialista chileno. Altamirano estaba en la RDA, pero hacia frecuentes viajes a diversas ciudades europeas, entre ellas la misma Frankfurt. Townley y Paz trataron de interceptarlo en estos desplazamientos varias veces pero jamás pudieron prever por adelantado los movimientos del dirigente socialista, porque Altamirano tenia una forma de viajar errática, casi caprichosa, y lo hacia siempre acompañado por dos o tres guardaespaldas.

En esta tarea de adelantarse a los pasos de Altamirano para cazarlo en su automóvil o en la casa donde se estuviera alojando, ambos individuos permanecieron durante dos días en un hotel del Stuttgart a donde se suponía que Carlos Altamirano iba a ir, pero jamás llegó.

A finales de agosto de 1975, mientras tanto, el jefe máximo de la DINA, general Manuel Contreras, inició una gira que habría de llevarlo a Estados Unidos y algunos países latinoamericanos Venezuela y Argentina, entre ellos para establecer los lazos de una vasta red de servicios de inteligencia para actuar contra la subversión marxista. En Washington, llegó incluso a entrevistarse con el general Vernon Walters. De acuerdo a la versión del director delegado del DISIP venezolano, Rafael Rivas Vásquez, con quien Contreras también se entrevistó, el jefe de la DINA le dijo que estaban realizando algunos viajes de buena voluntad para obtener el apoyo de los distintos servicios de inteligencia latinoamericanos. Como esto funciona sobre la base de acuerdos verbales, había estado viajando mucho. (Contreras dijo) que estaba implementando un enorme esquema de servicio gigantesco y poderoso, que podría tener información de todo el mundo. Era el plan de la "Operación Cóndor".

Ese mismo mes de agosto del 75, Townley recibió en Europa nuevas ordenes: abandonar momentáneamente la persecución de Carlos Altamirano y dedicarse a seguir a otro dirigente de la Unidad Popular, quien estaba desempeñando un rol importante en la obtención de apoyos contra el régimen del general Pinochet. Para esta nueva misión, Townley pidió la colaboración de su esposa, Inés Mariana Callejas, para utilizarla como gancho de infiltración de los círculos de exiliados. Ana Pizarro Inés Mariana Callejas voló, entonces, a Europa, previo paso por Estados Unidos para encontrarse con los cubanos del MNC.

La "presa" Altamirano resultaría más difícil de eliminar que lo previsto, Los servicios de seguridad que tenia a su alrededor eran más idóneos de lo imaginable. Tanto, que en 1974 llegaron a conocer algunos de los planes de la DINA antes de que se llevarán a cabo. Así ocurrió, por ejemplo, con el atentado al general Carlos Prats, en Buenos Aires. El aparato de seguridad de Altamirano supo del plan dos días antes de que la bomba lo matara junto a su esposa. Hicieron un intento por salvarlo, enviando desde Berlín Oriental a un emisario que conocía al general, porque había coincidido con él en diversos lugares, actos y reuniones. Pero el atentado ocurrió cuando este emisario iba en vuelo hacia la capital argentina, de modo que cuando aterrizó las fotos del crimen llenaban ya las primeras páginas de los todos los diarios bonaerenses. Regresó a Berlín Oriental, por tanto, en el siguiente avión que salía de Ezeiza con destino a Europa.

Las dificultades para matar a Carlos Altamirano, en todo caso, fueron fatales para Bernardo Leigthon. Los contactos italianos habían sugerido reemplazar a Altamirano por el dirigente democratacristiano, a la fecha exiliado en Roma y una de las piezas importantes en la iniciativa de acercar a la Unidad Popular y la DC chilena a través de un diálogo político. Atentar contra Leigthon, en opinión de los extremistas italianos "era como matar a un conejo".

 

A boca de jarro

La vida de Carlos Altamirano estuvo en permanente peligro durante el resto de 1975 y en 1976, año que se produjo una de las últimas acciones serias en su contra, Leigthon había quedado, gravísimamente herido, al margen de la política, al menos por mucho tiempo, y acababa de producirse el atentado que costó la vida, en Washington, a Orlando Letelier y Ronnie Moffitt. El repudio internacional por esos crímenes aconsejaba alargar las actividades de la DINA fuera de las fronteras chilenas. Sin embargo, la obsesión por liquidar a Altamirano seguía viva, sobre todo en momentos en que según el análisis de los aparatos de seguridad chilenos la influencia del socialismo estaba tomando nuevos bríos en Europa, tras el desastre en que concluyó la dictadura de los coroneles griegos, el éxito de la revolución portuguesa de Mario Soares convocaban en octubre de 1976 a una magna conferencia europea en Lisboa, y existían informaciones en el sentido de que se estaba preparando la fundación de un periódico chileno socialista en Paris.

Sus jefes habían dado seguridades a Michael Townley de que no saldría de Chile hasta que no pasara el revuelo originado con el asesinato de Orlando Letelier. No obstante estaban convencidos de que debían hacer algo por impedir la influencia socialista en Europa, que sería tan perjudicial para el régimen del general Pinochet. Con ese motivo, se volvieron a enviar a Townley y a su esposa a quien otorgaron un pasaporte extendido a nombre de Carmen Luisa Correa Letelier a Europa, para atentar contra dos periodistas chilenos. Llegaron a Francia en noviembre de 1976 con esa misión especifica, pero se encontraron con que la Seguridad francesa conocía sus planes y había advertido a la Embajada chilena de que no tolerarían actos terroristas de ninguna especie. La misión, por tanto, se frustró en sus inicios.

Sin embargo, Townley y Callejas no regresaron a Santiago. En Paris recibieron órdenes distintas: iba a celebrarse en Madrid el Primer Congreso Legal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tras cuarenta años de dictadura franquista. La ocasión era atractiva: Carlos Altamirano estaba invitado a presenciar el hecho. La pareja de agentes chilenos se trasladó, entonces, a la capital española. Townley e Inés Callejas estuvieron cuatro días de diciembre paseándose por los mismos pasillos del hotel donde se alojaban la mayor parte de los dirigentes socialistas españoles y mundiales. También Altamirano. Pero éste estaba permanentemente custodiado no sólo por sus propios guardaespaldas, sino porque se daba la circunstancia de que al Congreso Socialista había acudido el británico Michael Foot, el austriaco Bruno Kreisky, el portugués Mario Soares, el Frances Francois Mitterrand, el germano occidental Willy Brandt, el sueco Olof Palme. Y cada uno con sus propios agentes de seguridad, además de los servicios prestados por los organismos policiales españoles.

El lugar donde se celebraba el Congreso Socialista, el hotel, los pasillos, Madrid entero era un nido de "enemigos" para Townley y Callejas, del que habría resultado prácticamente imposible escapar.

Aun axial, Townley obtuvo el número de la habitación donde dormía Carlos Altamirano. Pero sus contactos en la policía española todavía atestada de viejos funcionarios franquistas le informaron a tiempo de que el número que había obtenido era falso. Townley insistió en su empeño. En el restaurante, él y su esposa llegaron a sentarse a la mesa contigua a aquella en se hallaba Carlos Altamirano. Hablaron conscientemente en inglés y en voz alta para que su víctima se sintiera seguro y dejara trascender a sus acompañantes algún dato sobre sus próximos desplazamientos.

Carlos Altamirano, sin embargo, no dijo nada relevante. Eso los determinó a comunicarse con Santiago, para informar de las dificultades de la misión. Hablaron con alto oficial de la DINA, pero obtuvieron una respuesta perentoria:  !No me importa! !Mátalo! !Mátalo!. Antes de colgar, Townley sólo atino a responder; "Si, si mi coronel".

En la última jornada del Congreso del PSOE, los Townley decidieron seguir a Altamirano al aeropuerto de Barajas, en Madrid, para saber su próximo destino. Habían alertado a los distintos agentes de la DINA en Europa y, de obtener el dato con antelación, hubiera podido hacer un nuevo intento de asesinarlo. Así, ingresaron tras el dirigente socialista chileno hasta el área donde se abordaba el vuelo a Paris. Townley corrió a una cabina telefónica para comunicarse con la capital francesa. Cuando salió de ella tropezó con un hombre que lo hizo trastabillar: su sorpresa fue paralizante cuando se percató de que había dado un encontronazo con su propia victima -Carlos Altamirano Orrego-. Después lo vio abordar el aparato con destino a Paris.

Su suerte estaba en manos de los agentes de la DINA, alertados allá para no perder al Secretario General del Partido Socialista una vez que descendiera del avión en Orly. Ellos Townley y Callejas abordaron el vuelo siguiente al de Altamirano. No obstante, en Paris se toparían con una nueva frustración: sus contactos perdieron la pista del "blanco" en la densidad del trafico parisino. Todo volvía a cero.

En Europa, el invierno arreciaba. Los Townley resolvieron regresar a la calidez del verano chileno. Carlos Altamirano seguirá exiliado, pero vivo. Después de la disolución de la DINA en 1977, no se ha sabido de nuevos intentos de atentar en su contra.

* Revista APSI 1984

 

CARLOS ALTAMIRANO ORREGO RESPONDE A GONZALO VIAL CORREA

20.03.2018 12:58

Carlos Altamirano Orrego
responde a Gonzalo Vial Correa

Carlos Altamirano OrregoEl ex Secretario General del PS esta harto de que Gonzalo Vial, el historiador de La Segunda, insista en la veracidad del "Plan Z". Durante Septiembre Vial volvió al ataque acusando a Altamirano en estar en una "operación blanqueo" para evadir su responsabilidad en el fracazo de la via chilena al socialismo. Altamirano eligió a The Clinic para saldar cuentas con "nuestro pequeño inquisidor", "pequeño Heródoto" y "pequeño Michelet", como lo llama alternativamente. El que esta blanqueando su imagen, asegura el líder socialista, es el propio Vial. "Pocas personas, entre los civiles partidarios de la dictadura, tiene más necesidad de eludir sus graves responsabilidades que nuestro detractor", dispara Altamirano.

En Septiembre pasado, Gonzalo Vial Correa dedicó cinco ediciones de su semanal contribución al diario La Segunda para atacar, con la odiosidad y persistencia que lo caracterizan al suscrito y al Partido Socialista de Chile.

La demora en mi contestación de debe, tanto al hecho de haber estado en el extranjero, como a las persistentes dudas que me asaltaron sobre la pertinencia de responder a tan imponente amasijo de imputaciones arbitrarias, medias verdades, interferencias abusivas y distorsiones históricas.

La lectura de la serie de artículos de Vial Correa ha confirmado rotundamente mis sospechas en el sentido que, a treinta años del golpe militar, su autor sigue prisionero de una visión profundamente partisana de los sucesos de 1973. En ella, el suscrito y el Partido Socialista de Chile desempeñan el papel de villanos principales. Curiosa y burda visión, tratándose de alguien que pretende ser historiador profesional y mentor de historiadores.

A pesar de todo, he decidido contestar a Vial Correa. Lo hago, en primer lugar, pensando en los jóvenes de Chile. Lo hago, también, pensando en los militantes del Partido Socialista de Chile, de ayer y hoy. Lo hago, además, motivado por la inaudita soberbia de Vial Correa, expresión conspicua de intolerancia, de autoritarismo y de anacrónicos arrestos señoriales. Escuchémoslo: "Nada personal tengo contra Carlos Altamirano, pero él y quienes compartieron su -volada guevarista- fueron nefastos para Chile, haciéndose acreedores al respeto, al perdón y el olvido. Pero siempre que se callen". !Satánica soberbia! !Cristiana manera de expresar respeto y perdón!

Dicho esto, anticipo que no pretendo seguirle el juego a Vial Correa, dando una respuesta pormenorizada a todas y cada una de sus falsedades, mixtificaciones y distorsiones. Si en algo no estoy dispuesto a seguirlo es en su olímpico desprecio por la paciencia de los lectores y su raro talento para aburrirlos mortalmente.

Los lectores no dejarán de advertir que no contesto a Vial Correa en La Segunda. Repetidas experiencias me han demostrado que dicho medio tiene la mala costumbre de distorsionar las inserciones de personas que no le son especialmente gratas; ya sea a través de titulado, ya sea por medio de la diagramación. Tanto más agradezco la generosa acogida dispensada por The Clinic, prestigioso semanario que me ha otorgado plenas garantías de una fiel reproducción de mi respuesta.

 

Altamirano, el "Plan Z" y la "Operación Blanqueo"

Vial Correa rompe sus fuegos a propósito del llamado "Plan Z", ofuscado por mi comentario relativo a su participación en la autoría de dicho plan. Su reacción es tan furiosa como contradictoria. Con aires desafiante, afirma que Altamirano habla por la boca de sus pasiones, pues no sabe nada de este documento. En lo que es coherente con otra afirmación, formulada más adelante (... "el Plan Z hasta donde se sabe, no era socialista" ...). No así con la expresada aún más tarde, cuando dice: Se indignará el ex senador aún más al saber que sospecho haberse originado el Plan Z en su propia colectividad política. Solo cave preguntarse: ¿Hasta dónde llega la frivolidad de este señor?

Pese a anunciar reiteradamente que está en capacidad de aportar sólidas pruebas sobre la autenticidad del "Plan Z", recién en su cuarto artículo vuelve a esta materia. ¿Y que dice al respecto? En primer lugar, que el "Plan Z" fue reproducido por el "Libro Blanco". En segundo lugar advierte que, hasta hoy, los autores del "Libro Blanco" son anónimos. A excepción de si mismo, que se vio obligado a reconocer la autenticidad del "Plan Z". Con lo cual está informando que probablemente aún hoy estaría callado, si no hubiese sido por ese infortunado cuestionamiento. ¿Cuáles son los argumentos de Vial para defender la autenticidad del Plan Z? Para comenzar informa, con sin igual candor, que su generoso impulso de haber expuesto espontáneamente sus razones de la autenticidad de Plan Z ya es, en sí mismo, una prueba importante de dicha autenticidad. Además se pregunta: ¿Auténtico en qué sentido? Para responder, con el mismo desconcertante candor: Simplemente en el (sentido) de haber recogido por las Fuerzas Armadas en los inmediatos allanamientos post golpe a las oficinas públicas y locales partidarios de la UP y del MIR. Frente esta virginal inocencia, sólo puedo decir: ¿Pretende Vial hacernos comulgar con ruedas de carreta?

A continuación, Vial Correa se plantea una serie de preguntas, a saber ¿Quiénes eran sus autor o autores?, que vigencia política y operativa tenían?. Fue aceptado por quien debía aceptarlo? Y concluye dramáticamente: No lo sé, ni lo dice el Libro Blanco. Con lo cual nos está diciendo que, pese a saber muy poco o nada acerca del Plan Z, tiene confianza absoluta en su existencia.

 

“CONVERSACIONES CON CARLOS ALTAMIRANO” DEL HISTORIADOR GABRIEL SALAZAR

20.03.2018 12:53

Un libro con el historiador Gabriel Salazar
“Conversaciones con Carlos Altamirano”

 

Polémica provocará, sobre todo en la izquierda chilena, el libro Conversaciones con Carlos Altamirano (Editorial Debate). Son 586 páginas que resumen las conversaciones que durante tres años sostuvieron el ex secretario general del Partido Socialista y el historiador Gabriel Salazar. Carlos Altamirano Orrego (88 años) fue diputado y senador del PS entre 1965 y 1973. En 1971 fue elegido secretario general de ese partido en representación de su ala más izquierdista. Su vida corrió grave peligro para el golpe de Estado; sin embargo, logró eludir la persecución y salir del país clandestinamente para establecerse en la ex RDA, y luego en Francia. Conservó su cargo de líder del PS hasta 1979 y encabezó -junto con Jorge Arrate y otros dirigentes en el exilio- la llamada “renovación” que llevó al PS a adoptar posiciones neoliberales. Esto produjo un quiebre orgánico y surgió una dirección paralela encabezada por Clodomiro Almeyda Medina, ex canciller de Allende, que sustentaba la tradición izquierdista del partido. Finalmente, el PS se reunificó pero bajo la conducción pro capitalista de Camilo Escalona Medina, actual senador. Altamirano, por su parte, rechazó los extremos que alcanzó la “renovación” socialista y adoptó una posición crítica que explica y profundiza en estas conversaciones con el Premio Nacional de Historia, Gabriel Salazar. Los siguientes son párrafos seleccionados del libro Conversaciones con Carlos Altamirano

 

Altamirano sobre Allende escribió:"Allende fue un político tradicional y un socialdemócrata convencido hasta, más o menos, 1960. A partir de entonces entró en un proceso de radicalización creciente, aunque nunca tanto como para dudar de la democracia chilena (...) En todo caso, según mostraron los hechos, él se radicalizó en el marco de su vocación democrática. De ahí que haya promovido la expropiación de latifundios, la nacionalización de industrias básicas, la propuesta de una Asamblea del Pueblo, etc., que, sin duda, en el contexto de ese tiempo, eran medidas revolucionarias, medidas que, en todo caso, se tomaban en un contexto legal, sin uso de la violencia. Su rechazo al uso de medios violentos se manifestó de la manera más nítida precisamente hacia el final de su gobierno. No debe olvidarse que en el propio cuerpo de generales había varios de ellos que estaban dispuestos a defender el gobierno de Salvador, no sólo porque eran constitucionalistas, sino porque concordaban con las medidas que estaba tomando el gobierno de la Unidad Popular. Recordemos que, después del Tanquetazo (*) un millón de personas salió a la calle dispuesta a defender el gobierno. Se podía haber recurrido a las masas, a los Cordones Industriales, a los regimientos adictos, pero en la mente de Allende estas alternativas -que le fueron planteadas- no tenían cabida. No hizo nada al respecto y sus palabras finales lo prueban. Buscó alguna salida legal y pensó en convocar a un plebiscito, pero el llamado a plebiscito tenía una serie de dificultades legales, difíciles de superar, y había que contar con el beneplácito de la derecha. Todo dependía de los trámites en el Congreso, donde el obstruccionismo era increíble. Consciente de ello, y negándose a practicar una salida confrontacional, Allende optó por inmolarse, creyendo que con su inmolación, y desaparecido él, Chile volvería a la normalidad… democrática. Pensaba que si él tomaba un avión y escapaba de Chile, no habría normalización. Sólo cabía -en su lógica- el suicidio... La violencia potencial que podía alcanzar el proceso desaparecería si él descargaba la violencia sobre sí mismo..."

 

De Miguel Enríquez, Altamirano escribió:"Allende simpatizaba con las revoluciones violentas hacia fuera (amigo de Ho Chi Minh, de Fidel…), pero era socialdemócrata hacia adentro: partidario del cambio estructural, pero defensor de la legalidad tradicional… Desde esa perspectiva, Salvador tuvo buenas relaciones con el MIR, pero a partir de un momento (cuando el MIR le robó parte de las armas que había en Tomás Moro) se produjo un cierto distanciamiento. Ahí Salvador se indignó y los acusó a Fidel a través de una carta. Independientemente de esto, Salvador apreciaba a Miguel Enríquez. Tenía una buena relación con su sobrino Andrés; adoraba a su hija Tati, que en definitiva era del MIR, y a la Payita, que también era simpatizante del MIR. O sea: Allende no tenía ni pactos ni relaciones políticas con el MIR, pero buenas relaciones con varios de sus miembros. Eran amistades y afectos, podríamos decir, como los que sentía por Fidel, el Che y otros revolucionarios, pero Salvador nunca se dejaba influir políticamente so pretexto de sus afectos y simpatías... Por eso es también otro cuento absurdo que la dirección del Partido Socialista influía o presionaba a Allende para impedir algún arreglo con la Democracia Cristiana... ¡Cuento!... Es no conocer el celo con que Salvador mantenía su independencia política. Pienso -y esto que no lo escuche ninguna máquina partidaria- que más razón tenía Miguel Enríquez que Salvador Allende. Y no por la cuestión simple de la vía pacífica o la vía armada, sino, primero: porque la democracia chilena no daba ni dio el ancho necesario para las reformas estructurales que se planeaban; segundo: porque la Democracia Cristiana no dio nunca el pase para establecer una aplastante mayoría capaz de realizar sin problemas los cambios requeridos; y tercero: porque, en definitiva, la ‘muñeca’ de Allende, por más hábil, flexible y astuta que fuera, no podía ni pudo remover la mole pétrea de lo que era (y es), en el fondo, la política en Chile y los sacrosantos intereses de la derecha. Tanto más, si el nuevo camino al socialismo era un movimiento desarmado. En ese contexto, la salida más probable al nudo en que nos metimos, era, pues, el golpe de Estado de la derecha. Muchos de nosotros lo veíamos venir. Y vino, claro, pero nadie imaginó la brutalidad, ni la crueldad, ni el terrorismo de Estado que descargaron sobre nosotros, ni los miles de muertos y torturados".

 

Sobre la muerte de Allende, Altamirano escribió:"Cuando estalló el golpe, un amigo me llamó muy temprano en la mañana para anunciarme que ya se habían sublevado tales y cuales regimientos y que el asalto de esas tropas podía producirse en cualquier momento. De inmediato tomé el teléfono y llamé a Salvador, que estaba en Tomás Moro, para confirmar la información. Salvador me contestó algo secamente, denotando tensión: ‘Sí, sí, viene el golpe…’. -Salvador, ¿y qué vamos a hacer? ‘Bueno, tu dirección partidaria sabrá qué hacer’, me contestó, abruptamente… Entonces me atreví a decirle: -Salvador, este tema ya hace algunos meses te lo estoy planteando. ‘Bueno, no es éste el momento para discutirlo…’. Obviamente yo no pensaba provocar una discusión en ese minuto con el presidente. Y allí se cortó la conversación. Fue la última vez que hablé con Salvador”. Altamirano relata que después de esa conversación telefónica con Allende, se reunió con la dirección del PS y juntos escucharon las últimas palabras del presidente de la República: “Yo no renunciaré: pagaré con mi vida la lealtad del pueblo…”. “Era evidente que Salvador había tomado la decisión de morir. Yo, un tanto imprudentemente, le había dicho a veces: -Pero Salvador, tu muerte es un problema personal. Pero qué pasa con la Unidad Popular, qué pasa con el proceso, qué pasa con el partido, qué pasa con el pueblo… En caso de que estallara el golpe, él había pensado principalmente la situación en que quedaría el presidente de la República, y por eso decidió su permanencia en La Moneda hasta las últimas consecuencias. No había pensado más allá de ese problema. Por eso -según señaló Jaime Gazmuri en una entrevista reciente- no consideró la propuesta del propio general Pinochet, en presencia del general Prats, de que, para el caso de una insurrección armada, debía diseñarse un plan de defensa militar, combinado con una movilización de trabajadores. La propuesta de Pinochet se hizo apenas algunos meses antes del golpe… Independientemente de si la propuesta de Pinochet fue hecha de buena o de mala fe, la idea general de diseñar un plan cívico-militar para neutralizar, impedir o combatir el golpe, tenía un evidente sentido práctico. Y de previsión política. Coincidía con lo que nosotros le sugeríamos a Salvador. -Mira, por qué no instruyes a Prats para que vaya viendo un regimiento de confianza, bajo el mando de un hombre de confianza, donde puedas instalarte por un tiempo razonable, hasta que puedan movilizarse las fuerzas leales y los trabajadores. Para mí, era evidente que si el golpe no se imponía de inmediato y se producían dilaciones y conatos organizados de defensa, los golpistas lo iban a pensar dos veces. Tanto más si Salvador, al estar dentro de un regimiento de confianza, podría presentar una resistencia armada ‘profesional’ y constitucional. Atacar a un regimiento dispuesto a la defensa no era lo mismo que asaltar a una población. Habría un comienzo de resistencia dura y, a la vez, se ganaba tiempo para iniciar otras acciones. Tener el apoyo de las masas populares no era una cuestión menor… Bueno, dejemos en suspenso si la propuesta de Pinochet era de buena o de mala fe. Dudo de que Pinochet hiciera algo de buena fe".

 

Sobre la renovación socialista, Altamirano escribió:Carlos Altamirano recuerda que en 1990 envió una carta al Partido Socialista “a efectos de que hiciéramos una reflexión profunda que nos condujera a la refundación del partido, siempre bajo la inspiración del socialismo. Estaba inspirada, en parte, en el proceso abierto por los comunistas italianos. Pensaba que no podíamos vivir del pasado, como tampoco de la aceptación llana del presente. Creo que es valedera la frase que escribió Víctor Hugo, cuando dijo que ‘hay hombres que por conservar su pasado pierden su futuro’. Eso es lo que le puede pasar a nuestro Partido Socialista. En realidad, lo más grave es que ni siquiera hemos conservado el pasado. Habría sido más legítimo conservar el pasado que sumarse a las posiciones neoliberales”. En cuanto a la situación actual de la Izquierda, Altamirano dice al historiador Gabriel Salazar: “Sin lugar a dudas, la Concertación, en Chile, no ha sido hasta hoy una fuerza sociocultural transformadora. Al revés: ha sido una fuerza ‘conservadora’, en el sentido de que ha preservado y estilizado el modelo neoliberal de Pinochet (tanto como para que, en un eventual gobierno de la derecha, ésta se juegue por continuar esa línea). Peor aún: ha extendido la infección capitalista y derechista al extremo de reducir su propia base electoral, en beneficio de la derecha. Y en este plano, el Partido Socialista se ha sumado con entusiasmo a ese conservadurismo y se ha jugado por él, abdicando de su clásica condición de vanguardia ideológica, popular, política. Está amarrado al modelo en cuerpo y alma. Y Escalona ha tratado de sostener sobre sus espaldas, con fe de carbonero, el modelo neoliberal y la globalización completa... en una actitud de servilismo verdaderamente titánico... Mi amigo Jorge Arrate, en cambio, está tratando de hacer algo, por dentro y por fuera, pero con pocas posibilidades de cambiar esa obcecación... Sin Izquierda verdadera (e incluso, sin una verdadera centro izquierda), el campo político queda propicio para el triunfal aterrizaje de vivarachos y pillastrines (...) Hoy todo está revuelto, todo. Hay correligionarios que dirigen transnacionales, como si nada. Se mueven a lo largo de esos hilos semi invisibles que unen el Estado y el mercado. Todos usan de los mismos hilos para pasarse de un lado a otro. Por eso es que, fuera del hemiciclo, son todos amigos. Los más inteligentes van por esos hilos yendo y viniendo, tejiendo y destejiendo, como arañas virtuales. Hasta que de repente se bajan por ahí y aparecen como millonarios, vestidos con trajes Armani, viajando por el mundo, almorzando en Borde Río, veraneando en Cachagua… De repente, la ausencia de fronteras en lo ideológico y en la comunidad global de los grandes intereses, se refleja también en el eclipse de otra clase de fronteras… A las cuales no quiero referirme… Varios de ellos fueron seminaristas… Hay partidos que se han convertido en cardúmenes de anguilas, que se deslizan por las redes amistosas con una habilidad simiesca, arreglándoselas para flotar siempre en la red superior…"

 

Nota a pie de página

(*) El Tanquetazo o Tancazo fue un fallido golpe de Estado en contra del gobierno de la Unidad Popular. Ocurrió el 29 de junio de 1973, y fue liderado por el teniente coronel Roberto Souper, del Regimiento Blindado nº 2. Se le denominó “Tanquetazo” porque los rebeldes usaron tanques y carros de combate. La sublevación fue sofocada con éxito por los soldados leales al comandante en jefe del ejército, Carlos Prats.

 

EL ROMANTICISMO REVOLUCIONARIO DE MAYO DEL 68

05.03.2018 22:47

El espíritu de la 68 es un brebaje potente, una mezcla picante y intoxicante, un cóctel explosivo de varios ingredientes. Uno de sus componentes - y no menos importante - es el romanticismo revolucionario, es decir, una protesta cultural contra los cimientos de la civilización industrial / productivismo capitalista moderna y su consumo, y una combinación singular, única en su género, subjetividad, deseo y utopía - el "triángulo conceptual" que define, de acuerdo con Luisa Passerini, 1968. [1]

El Romanticismo no es sólo una escuela literaria de principios del siglo XIX - como todavía se puede leer en muchos libros - sino una de las principales formas de la cultura moderna. Como estructura sensible y visión del mundo, se manifiesta en todos los ámbitos de la vida cultural - la literatura, la poesía, el arte, la música, la religión, la filosofía, las ideas políticas, la antropología, la historiografía y otras ciencias sociales. Surge a mediados del siglo XVIII - podemos considerar a Jean-Jacques Rousseau como el "primer romántico" - se desarrolla a través de la Frühromantik alemana, Hölderlin, Chateaubriand, Hugo, los prerrafaelistas ingleses, William Morris, el simbolismo, el surrealismo y el situacionismo, y todavía está con nosotros a principios del XXI. Se puede definir como una rebelión contra la sociedad capitalista moderna, en nombre de los valores sociales y culturales del pasado, pre-modernos, y una protesta contra el desencanto moderno del mundo, la disolución competitiva / individualista de las comunidades humanas, y el triunfo de la mecanización, la mercantilización, la objetivación y la cuantificación. Desgarrada entre su nostalgia por el pasado y sus sueños para el futuro, puede tomar formas regresivas y reaccionarias, que proponen un retorno a formas de vida pre-capitalistas, o una forma revolucionaria / utópico, que no aboga por un retorno, sino por un desvío a través del pasado para alcanzar el futuro; en este caso, la nostalgia del paraíso perdido se inviste de la esperanza de una nueva sociedad. [2]

Entre los escritores más admirados de la generación rebelde de los años 60 se puede encontrar a cuatro pensadores que pertenecen, sin duda, a la tradición romántica revolucionaria, y que intentaron, como los surrealistas en la generación anterior, combinar - cada uno a su manera, individual y único - la crítica marxista y romántica de la civilización: Henri Lefebvre, Guy Debord, Herbert Marcuse y Ernst Bloch. Mientras que los dos primeros gozaron de la simpatía de los rebeldes franceses, el tercero fue más conocido en los EEUU, y el último especialmente en Alemania. Por supuesto, la mayoría de los jóvenes que salieron a las calles en Berkeley, Berlín, Milán, París o la Ciudad de México nunca habían leído a estos filósofos, pero sus ideas se difundieron de mil maneras, en los panfletos y consignas del movimiento. Esto fue valido especialmente en Francia para Debord y sus amigos situacionistas, a quienes el imaginario de Mayo del 68 debe algunos de sus sueños más audaces, y algunas de sus fórmulas más sorprendentes ("La imaginación al poder"). Sin embargo, no es la "influencia" de estos pensadores lo que explica el espíritu del 68, sino más bien lo contrario: la juventud rebelde buscó autores que pudiesen proporcionar ideas y argumentos a favor de su protesta y de sus deseos. Entre ellos y el movimiento se produjo, a lo largo de los años 60 y 70, una especie de "afinidad electiva" cultural: se descubrieron los unos a los otros y se influyeron mutuamente en un proceso de reconocimiento mutuo . [3]

En su notable libro sobre Mayo del 68, Daniel Singer capturó perfectamente el significado de los "acontecimientos": "Fue una rebelión total, que cuestionó no uno u otro aspecto de la sociedad existente, sino sus objetivos y medios. Fue una revuelta mental contra el estado industrial existente, tanto en contra de su estructura capitalista como del tipo de sociedad de consumo que creó. Esto se asoció a una resistencia sorprendente a cualquier cosa que viniese de arriba, contra el centralismo, la autoridad, la "ley del más fuerte". [4] El ‘gran rechazo’ - término tomado por Marcuse de Maurice Blanchot - a la modernización capitalista y el autoritarismo, define el espíritu político y cultural de Mayo del 68 y, posiblemente, sus equivalentes en EEUU, México, Italia Alemania, Brasil y otros países.

Téngase en cuenta que estos movimientos no han sido motivados por una crisis de la economía capitalista: por el contrario, tuvieron lugar en la llamada era de los "treinta años gloriosos" (1945-1975), años de crecimiento capitalista y prosperidad . Esto es importante para evitar la trampa de creer que las rebeliones anticapitalistas única o principalmente son el resultado de la recesión o de una crisis más o menos catastrófica de la economía: no existe una correlación directa entre los altibajos del mercado de valores y el incremento o la disminución de las luchas, o revoluciones, anticapitalistas. Afirmar lo contrario sería una regresión al tipo de "marxismo" economista que prevalecía en la Segunda y Tercera Internacional.

Me limitaré a comentar el caso francés, que es el que conozco mejor. Si se toma, por ejemplo, el famoso panfleto distribuido en marzo del 68 por Daniel Cohn-Bendit y sus amigos, "¿Por qué los sociólogos?", Nos encontramos con el rechazo más explícito a todo lo que se presenta con la etiqueta de "modernización"; esta se identifica con la planificación, la racionalización y la producción de bienes de consumo de acuerdo a las necesidades del capitalismo organizado. Diatribas similares contra la tecno-burocracia industrial, la ideología del progreso y la rentabilidad, los imperativos económicos y las "leyes de la ciencia" están presentes en muchos documentos de la época. El sociólogo Alain Touraine, un observador distanciado del movimiento, analiza mediante el uso de conceptos de Marcuse, este aspecto de Mayo del 68: "La revuelta contra la 'unidimensionalidad' de la sociedad industrial gestionada por los dispositivos económicos y políticos no puede estallar sin implicar elementos 'negativos', es decir, sin oponerse a la "expresión inmediata de los deseos a sus constricciones, que se consideran naturales, del crecimiento y la modernización". [5] A esto hay que añadir la protesta contra las guerras imperialistas y / o coloniales, y una poderosa ola de simpatía - no sin ilusiones "románticas" - hacia los movimientos de liberación de los países oprimidos del Tercer Mundo. Por último, pero no menos importante, había en muchos de estos jóvenes activistas una profunda desconfianza hacía el modelo soviético, considerado un sistema autoritario / burocrático y, para algunos, una variante del mismo paradigma de producción y consumo del Occidente capitalista.

El espíritu romántico de Mayo del 68 no sólo se compone de lo "negativo" de la revuelta contra un sistema económico, social y político considerado inhumano, intolerable, opresivo y filisteo, o de actos de protesta, tales como la quema de coches, esos símbolos despreciados de la mercantilización capitalista y el individualismo posesivo [6].

También esta llena de esperanzas utópicas, de sueños libertarios y sueños surrealistas, de "explosiones de subjetividad" (Luisa Passerini), en fin, de lo que Ernst Bloch llamaba Wunschbilder, "imagenes-de-deseo", que no sólo se proyectan en un futuro posible, en una sociedad emancipada, sin alienación, cosificación u opresión (social y de género), sino en lo inmediato como experiencia de diferentes formas de práctica social: el movimiento revolucionario como una celebración colectiva y como una creación colectiva de nuevas formas de organización; el intento de inventar comunidades humanas libres e igualitarias, la afirmación de la subjetividad compartida (especialmente entre las feministas); el descubrimiento de nuevos métodos de creación artística, a partir de los carteles subversivos e irreverentes, o las pintadas poéticas e irónicas en las paredes.

La reivindicación del derecho a la subjetividad fue unida inseparablemente al impulso anticapitalista radical que cruzó de un extremo al otro, el espíritu de Mayo de 68. Esta dimensión no debe subestimarse: permitió la- frágil - alianza entre los estudiantes, los diversos grupúsculos marxistas o anarquistas y los sindicalistas que organizaron - a pesar de su dirección burocrática - la huelga general más grande de la historia de Francia.

En su importante libro sobre el "nuevo espíritu del capitalismo”, Luc Boltanski y Eve Chiapello distinguen entre dos tipos - en el sentido weberiano - de crítica anticapitalista, cada una con su combinación de emociones complejas, sentimientos subjetivos, indignación y análisis teórico, que de una u otra manera convergente en Mayo del 68: I) la crítica social, desarrollada por el movimiento obrero tradicional, que denuncia la explotación de los trabajadores, la miseria de las clases dominadas, y el egoísmo de la oligarquía burguesa que confisca los frutos del progreso; II) la crítica artística , que se centra en los valores y las opciones básicas del capitalismo y lo denuncia, en nombre de la libertad, como un sistema que produce la alienación y la opresión. [7]

Examinemos más de cerca lo que Boltanski y Chiapello incluyen bajo el concepto de crítica artística del capitalismo: una crítica del desencanto, la falsedad y la miseria de la vida diaria, la deshumanización del mundo por la tecnocracia, la pérdida de autonomía y, por último, el autoritarismo opresivo de un gobierno jerárquico. En lugar de liberar las potencialidades humanas de forma autónoma, la auto-organización y la creatividad, el capitalismo somete a los individuos a la "jaula de hierro" de la racionalidad instrumental y la mercantilización del mundo. Las formas de expresión de esta crítica son tomados del repertorio del festival, el juego, la poesía, la libertad de expresión, mientras que su lenguaje está inspirado en Marx, Freud, Nietzsche y el surrealismo. Es anti-moderna, ya que insiste en el desencanto, y es modernista cuando hace hincapié en la liberación. Uno puede encontrar sus ideas ya en la década de 1950 en pequeños "grupos de vanguardia" artísticos y políticos - como "Socialismo o Barbarie" (Castoriadis, Claude Lefort) o el situacionismo (Guy Debord, Raul Vaneigem) - antes de que 'que exploten a la luz pública en la revuelta de los estudiantes del 68. [8]

De hecho, lo que Boltanski y Chiapello llaman "crítica artista" es básicamente lo mismo que yo designo como crítica romántica capitalismo. La diferencia principal es que los dos sociólogos intentan explicar por "un estilo de vida bohemio”, los sentimientos de los artistas y los dandis, formulados de manera ejemplar en los escritos de Baudelaire. [9] Esto me parece un enfoque demasiado limitado: lo que llamo el romanticismo anticapitalista no sólo es más antiguo, sino que tiene una base social mucho más amplio. Opera no sólo entre los artistas, sino también entre intelectuales, estudiantes, mujeres y todo tipo de grupos sociales cuyo estilo de vida y cultura se ven afectados negativamente por el proceso destructivo de la modernización capitalista.

Otro aspecto problemático del ensayo, que también destaca por su riqueza de propuestas, de Boltanski y Chiapello es su intento de demostrar que, en las últimas décadas, la crítica artística, al distanciarse de la crítica social, ha sido integrada y recuperada por el nuevo espíritu del capitalismo, a través de su nuevo estilo de gestión, basado en los principios de flexibilidad y libertad, lo que ofrece una mayor autonomía en el trabajo, más creatividad, menos disciplina y menos autoritarismo. Una nueva élite social, a menudo activa durante los años 60 y atraída por la crítica artística, ha roto con la crítica social del capitalismo - considerada "arcaica" y asociada con la vieja izquierda comunista - y se ha unido al sistema, ocupando posiciones de liderazgo. [10]

Por supuesto, hay mucho de verdad en esta descripción, pero más que una continuidad aproblemática y sin contradicciones entre los rebeldes del 68 y los nuevos gerentes, o entre los deseos y utopías de Mayo y la última ideología capitalista, veo una profunda ruptura ética y política - a veces en la vida de un mismo individuo. Lo que se ha perdido en este proceso, esta metamorfosis, no es una cuestión de detalle, sino lo esencial: el anticapitalismo ... Una vez despojado de su propio contenido anticapitalista - diferente del de la crítica social - la crítica artística o romántica cesa de existir como tal, pierde todo significado y se convierte en un mero ornamento. Por supuesto, la ideología capitalista puede integrar elementos "románticos", "artísticos" en su discurso, pero han sido previamente vaciados de todo contenido social significativo para transformarse en una forma de publicidad. Hay muy poco en común entre la nueva "flexibilidad" industrial y los sueños utópicos y libertarios del 68. Hablar, como hacen Boltanski y Chiapello, de un "capitalismo izquierdista" [11] me parece un puro contra-sentido, una contradictio in adjecto .

¿Cuál es, entonces, el legado del 68 hoy? Se puede estar de acuerdo con Perry Anderson el que el movimiento ha sido derrotado de forma permanente, que muchos de sus participantes y dirigentes se han hecho conformistas, y que el capitalismo - en su forma neoliberal - no solo triunfó en los años 1980 y 1990 sino que se convirtió en el único horizonte posible. [12] Sin embargo, me parece que estamos asistiendo, en los últimos años, al desarrollo, a escala global, de un nuevo y vasto movimiento social, con un componente anticapitalista fuerte. Por supuesto, la historia nunca se repite, y sería tan inútil y absurdo esperar un "nuevo Mayo del 68", en París o en cualquier otro lugar: cada nueva generación rebelde inventa su propia y única combinación de deseos, utopías y subjetividad.

La movilización internacional contra la globalización neoliberal, inspirada en el principio de que "el mundo no es una mercancía", que salió a las calles en Seattle, Praga, Porto Alegre, o Génova es -inevitablemente - muy diferente de los movimientos de los años 60. Está lejos de ser homogénea: mientras que sus participantes más moderados o pragmáticos todavía creen en la posibilidad de regular el sistema, una gran parte del "movimiento de movimientos" es abiertamente anticapitalista, y sus protestas se puede encontrar, como en el 68, una fusión única de las críticas romántica y marxista del orden capitalista, de sus injusticias sociales y su codicia mercantil. Se pueden vislumbrar sin duda analogías con los 60 - las poderosas tendencias anti-autoritarias o libertarias - pero también diferencias importantes: la ecología y el feminismo, todavía incipientes en Mayo del 68, son ahora componentes centrales de la nueva cultura radical, mientras que las ilusiones en el "socialismo realmente existente" - soviético o chino - prácticamente han desaparecido.

Este movimiento solo ha comenzado, y es imposible predecir cómo se va a desarrollar, pero ya ha cambiado el clima intelectual y político en algunos países. Es realista, es decir, exige lo imposible...

Notas:

[1] L. Passerini, “ ‘Utopia’ and Desire ”, Thesis Eleven, Number 68, February 2002, pp. 12-22.

[2] Véase a este respecto mi libro con Robert Sayre, Rédemption et Utopie. Le Judaïsme libertaire en Europe centrale, une étude d’affinité éléctive, Paris, Presses Universitaires de France, 1986.

[3] Me refiero al análisis del concepto de afinidad electiva en mi libro antes citado.

[4] Daniel Singer, Prelude to Revolution. France in May 1968 , New York, Hill and Wang, 1970, p. 21.

[5] A.Touraine, Le Mouvement de Mai ou le Communisme utopique, Paris, Seuil, 1969, p. 224. Ver también Andrew Feenberg, “Remembering the May events ”, Theory and Society, n°6, 1978.

[6] Esto es lo que escribía Henri Lefebvre en un libro publicado en 1967: "En esta sociedad, en la que las cosas son más importantes que el hombre, hay un objeto rey, un objeto piloto: el automóvil. Nuestra sociedad, llamada industrial o técnica, tiene este símbolo, esta cosa dotada de prestigio y poder. (...) el coche es un instrumento incomparable y tal vez irremediable, en los países neo-capitalistas, de desculturización, de destrucción desde el interior del mundo civilizado". . (H. Lefebvre, Contra los tecnócratas, 1967, re-editado en 1971 bajo el título Vers le cybernanthrope, París, Denoel, p.14.).

[7] Luc Boltanski, Eve Chiapello Le nouvel esprit du capitalisme, París, Gallimard, 1999, pp. 244-245.

[8] Ibid. pp. 245-246, 86

[9] Ibid. pp.83-84.

[10] Ibid. pp.283-287

[11] Ibid , p. 290.

[12] Me refiero a las intervenciones orales de Perry Anderson durante los debates con motivo de un seminario sobre Mayo del 68 en Florencia, que ha dado lugar a la publicación de un número de la revista Thesis Eleven.

* Michael Löwy es un reconocido filósofo e historiador marxista del pensamiento contemporáneo.

POLONIA: CUANDO EL REVISIONISMO HISTÓRICO SE QUIERE HACER PASAR POR MEMORIA

05.03.2018 22:15

La Ley modificada sobre el Instituto de Memoria Nacional, aprobada por el parlamento polaco el 26 de enero, ha causado una gran tormenta política nacional e internacional (el texto completo en inglés de la Ley se puede encontrar aquí). Además de ampliar las divisiones históricas y políticas en Polonia, ha abierto un conflicto no solo con Israel y Ucrania, sino también con el principal aliado del país, Estados Unidos. La ley ya ha sido firmada por el presidente, aunque la ha enviado al tribunal constitucional para su revisión (respecto a las controversias legales que rodean a la ley, consultar aquí).
Este artículo considerará el contenido de la Ley; las reacciones al mismo y qué repercusiones más amplias puede ten

 

(Co) Responsabilidad y campos de exterminio

Hay principalmente dos partes controvertidas de esta Ley, que consideraremos una tras otra. La primera se refiere a acusaciones de (co) responsabilidad de los polacos por los crímenes nazis en la Segunda Guerra Mundial. Esta parte (Artículo 55a.1) dice: "Quien alegue, públicamente y en contra de los hechos, que la Nación Polaca o la República de Polonia es responsable o corresponsable de los crímenes nazis cometidos por el Tercer Reich, como se especifica en el Artículo 6 de la Carta del Tribunal Militar Internacional adjunto al acuerdo internacional para el enjuiciamiento y castigo de los principales criminales de guerra del Eje Europeo, firmado en Londres el 8 de agosto de 1945 (Diario de Leyes polaco de 1947, artículo 367), o por otros delitos que constituyen crímenes contra la paz, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra, o quienquiera que de otra forma disminuya groseramente la responsabilidad de los verdaderos perpetradores de dichos crímenes - será castigado con una multa o con hasta 3 años de prisión. La sentencia se hará pública.

Lo primero que debe observarse aquí es lo que se ha omitido de este proyecto de ley. No incluye la frase "Campos de exterminio polacos", aunque se ha informado ampliamente en los medios internacionales de que esto está en la Ley y que se ha utilizado regularmente como justificación para ella en Polonia. Esta frase ha sido utilizada en el pasado por algunos políticos internacionales (sobre todo Barak Obama) y en los medios internacionales. Generalmente se ha usado para denotar la ubicación geográfica de los campos, aunque fue condenada fuertemente, con razón, por todos los gobiernos polacos, que tendieron a reducir su uso. La frase nunca se ha utilizado dentro de Polonia y como esta ley solo se puede aplicar en Polonia, de todos modos no habría sido de utilidad práctica. Lo absurdo de la situación actual es que la frase se ha extendido por todo el mundo durante la semana pasada, y los tweets que la incluyen han llegado a decenas de millones de personas; algunos de los cuales, hostiles a la Ley, usándola como una forma de criticar al gobierno polaco.

La redacción del presente proyecto de ley es en realidad mucho más ambigua y peligrosa que esto, con el término "corresponsabilidad / responsabilidad" abierto a interpretaciones erróneas y abusivas. El holocausto fue un acto planeado y llevado a cabo por los nazis alemanes en Polonia, que estaba bajo su ocupación. Los nazis consideraban a los polacos como una raza eslava inferior y si hubieran ganado la guerra indudablemente habrían intentado destruir por completo a Polonia y al pueblo polaco. Polonia (tanto católicos como judíos y otros) sufrió, en porcentaje, una mayor pérdida de población que cualquier otro país durante la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de su infraestructura, industrias y ciudades (más del 85% de los edificios de Varsovia) fueron destruidas por los nazis. Los nazis construyeron la mayoría de sus campos de concentración en la Polonia ocupada y llevaron a cabo la matanza sistemática de tres millones de judíos (más del 90% de la población judía polaca anterior a la guerra). Aproximadamente otros 2 millones de polacos no judíos murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Desde el comienzo de la ocupación de Polonia, la población polaca estuvo sujeta al terror, las ejecuciones en masa y represalias indiscriminadas contra comunidades enteras en las que hubo resistencia. La ocupación en Polonia fue más dura que en cualquier otro país de Europa occidental. No se creó ningún gobierno colaboracionista en Polonia y los polacos organizaron el mayor movimiento de resistencia a la ocupación nazi en Europa. La Polonia ocupada era el único territorio bajo ocupación nazi en que cualquier tipo de ayuda a los judíos era castigada con la muerte no solo para quien ayudaba sino también para toda su familia. A pesar de esto, los ciudadanos polacos ostentan el número más alto del mundo de individuos que han sido reconocidos como Justos Entre las Naciones, como no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a los judíos del exterminio durante el Holocausto. Se estima que alrededor de 50,000 polacos fueron ejecutados directamente por ayudar a judíos.

Quizás sea imposible imaginarse cómo fue vivir bajo esta ocupación y tratar de pensar cómo uno podría haber actuado en tal situación. La destrucción, el miedo y la barbarie infligidos por los nazis a Polonia fueron a tal escala que no es posible comprender. Los polacos fueron víctimas de esta ocupación. No hay ningún “pero” que pueda seguir a esta frase, no puede añadirse ninguna calificación que pueda de alguna manera disminuirla. La ocupación tuvo lugar en una sociedad que estaba dividida antes de la guerra, en la cual un creciente nacionalismo de derechas ( que se había extendido a través del continente) se combinaba frecuentemente con el antisemitismo contra la amplia población judía. Durante la guerra estas divisiones fueron explotadas por los nazis y hubo casos en que algunos polacos instigaron el asesinato de judíos. Ningún país está hecho simplemente de buenas o malas personas y ninguna historia es siempre blanca y negra.

La nueva ley no solo nubla la historia, sino que utiliza la tragedia de la ocupación nazi para un beneficio político actual. El gobierno polaco y los medios de derecha están caldeando la atmósfera en Polonia al difundir la creencia de que hay una campaña internacional para culpar a Polonia del holocausto y afirmar que los campos de concentración eran "polacos". El proyecto de ley traslada potencialmente a los tribunales las dolorosas discusiones entre comunidades y entre historiadores  y extiende la incertidumbre y el miedo sobre lo que se puede decir. Algunos políticos destacados relacionados con el gobierno (como la Ministra de Educación Anna Zalewska) han puesto en duda la sentencia previamente aprobada por el Instituto de Memoria Nacional de que la masacre de judíos en la aldea de Jedwabne fue llevada a cabo por polacos. Imaginémonos por un momento que el Gobierno hubiera revertido esta decisión, ¿sería ilegal decir que los polacos fueron responsables de esta tragedia?

 

Incitando la reacción

El propósito político de este proyecto de ley parece ser inflamar las emociones y las hostilidades de un sector de la población polaca. Después de llevar a cabo una campaña de propaganda negativa contra refugiados y musulmanes, el gobierno y los medios de la derecha están abriendo la caja de Pandora del antisemitismo. El año 2018 es el 50 aniversario de uno de los pasajes más oscuros de la historia de la República Popular Polaca, en que miles de judíos fueron expulsados ​​del país. En la Polonia contemporánea (donde la población judía es actualmente muy pequeña) el antisemitismo sigue siendo fuerte, aunque ha ido disminuyendo sin cesar. Desde principios de la década de 1990 hasta 2005, quienes expresaban aversión por los judíos eran alrededor de la mitad de la población. Sin embargo, esto había disminuido hasta tan solo el 27% en 2010 (cuando por primera vez había más polacos con una actitud positiva que negativa hacia los judíos); antes de subir al 32% en 2015. Esta ley ha provocado una explosión de antisemitismo en las redes sociales liderada por una minoría racista escuchada en el país. Prominentes publicistas de derecha han bromeado con que quizás deberíamos utilizar también la frase 'Campos de Concentración Judíos'. En una manifestación organizada por el Movimiento Nacional, de extrema derecha, ante el Palacio del Presidente (haciendo campaña para que firme el Acta), se desplegó una pancarta con un lema instando al presidente Duda a "arrancar su kipá".

El gobierno también ha respondido con su propia campaña basada en el eslogan “Campos de exterminio alemanes”. El gobierno afirma que hay que subrayar siempre el hecho de que los campos de concentración eran alemanes y que el holocausto fue llevado a cabo por los alemanes. Recientemente se han pedido incluso cambios en los nombres de los campos de concentración como Majdanek o Auschwitz para que incluian la palabra alemán. Esto se basa en la falsa creencia de que las personas del exterior no entienden quiénes eran los nazis y de dónde venían. Al enfatizar sistemáticamente el hecho obvio de que eran alemanes, se minimiza el hecho de que eran campos fascistas. Se pasa por alto que el fascismo no se limitaba a Alemania ni era algo concerniente únicamente a ella; que algunos colaboraron con él; y que sigue siendo una amenaza en el día de hoy. Esta revisión de la historia ha sido secundada por miembros del gobierno y medios de la derecha, que afirman que Hitler era en realidad "de izquierdas". Un prominente historiador derechista, Piotr Zychowicz, que ha popularizado este absurdo, incluso publicó un libro en que afirmaba que la mejor solución para Polonia en 1939 hubiera sido haberse aliado con el Tercer Reich y haber ayudado a derrotar a la Unión Soviética.

 

La reacción de Israel

La reacción nacionalista de derechas en Polonia ha sido replicada por algunas respuestas similares por parte de la derecha israelí. La comunidad judía, a nivel nacional e internacional, había criticado el proyecto de ley antes de que se aprobara en el parlamento; y después de su aprobación, la condena del proyecto de ley fue inmediata y fuerte, expresando el temor real de que la discusión abierta sobre el holocausto en Polonia sea censurada. Sin embargo, las reacciones de algunos políticos israelíes han sido en sí mismas incendiarias y ofensivas. Por ejemplo, el líder del partido opositor, Yair Lapid, tuiteó que el Holocausto: “fue concebido en Alemania, pero cientos de miles de judíos fueron asesinados sin haber conocido nunca a un soldado alemán. Hubo campos de exterminio polacos y ninguna ley puede cambiar eso”. Por otra parte, fue cancelada la visita que el Ministro de Educación, Naftali Bennett debía realizar a  Polonia, debido a sus afirmaciones de que" muchos polacos, a lo largo del país, persiguieron, informaron o participaron activamente  en el asesinato de más de 200,000 judíos durante y después del Holocausto” y que vendría a Polonia a decir la verdad. Bennet es miembro del Partido del Interior, de extrema derecha, que cree que no hay lugar para Palestina en la Tierra de Israel "otorgada por Dios".

Esta ley ha inflamado las emociones, ha llevado a los extremos la discusión sobre la terrible historia compartida de la ocupación nazi y ha dado ínfulas a las voces nacionalistas más derechistas tanto en Israel como en Polonia. Esta deriva hacia los extremos ha sido criticada por el Gran Rabino de Varsovia, Michael Schudrich. Este ha condenado el proyecto de ley y ha señalado que existe una preocupación real dentro de la población judía de Polonia respecto a lo que está sucediendo en el país. Simultáneamente, ha declarado que: "Algunas de las cosas que he oído decir por Israel en la última semana también son horripilantes. Estas afirmaciones contra Polonia que simplemente no son ciertas y claramente no ayudan. Y más que no ayudar, simplemente son equivocadas ".

 

Colaboración ucraniana

El segundo elemento controvertido de este proyecto de ley se refiere a las acciones de los nacionalistas ucranianos durante la guerra. Esta parte dice:

"Artículo 2a. En el sentido de la Ley, los crímenes cometidos por nacionalistas ucranianos y miembros de unidades ucranianas colaboradoras con el Tercer Reich constituyen actos cometidos por nacionalistas ucranianos entre 1925 y 1950 que involucraron el uso de violencia, terror u otras violaciones de derechos humanos contra personas o grupos de población . La participación en el exterminio de la población judía y el genocidio de ciudadanos de la Segunda República Polaca en Volhynia y Malopolska del Este [Pequeña Polonia] también constituye un crimen cometido por nacionalistas ucranianos y miembros de unidades ucranianas que colaboran con el Tercer Reich ".

La historia nunca se discute en el vacío, sino que está conformada por los acontecimientos políticos contemporáneos. Las relaciones entre Ucrania y Polonia han estado cambiando constantemente en los últimos años. Polonia fue un firme defensor de las protestas de Maidan en Ucrania y del derrocamiento del gobierno de Yanukovich y respaldaron al gobierno ucraniano en el conflicto militar en el este de Ucrania. Prominentes políticos de Polonia, entre ellos miembros del actual partido gobernante PiS (entre ellos, Jarosław Kaczyński), participaron en las protestas de Maidan en Kiev. La elevación de las banderas nacionalistas históricas del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) y el crecimiento del nacionalismo de derecha y las unidades paramilitares fueron casi totalmente ignoradas por Polonia y Occidente. En abril de 2015, el parlamento ucraniano incluso aprobó una ley que reconoce a UPA como un "luchador por la libertad y la independencia" el mismo día en que el entonces presidente polaco Bronisław Komorowski se dirigió al parlamento ucraniano. Tal hipocresía e irresponsabilidad no se limita a Polonia, ya que los políticos y comentaristas occidentales de todas las tendencias políticas (no menos los que profesan ser los más liberales), condenan cualquier crítica a la extrema derecha en Ucrania por ser exagerada y simplemente propaganda rusa.

Ucrania ha experimentado su propio proceso de revisionismo histórico y censura. Además de alabar a los nacionalistas ucranianos (muchos de los cuales participaron en el asesinato de judíos y polacos y lucharon junto a los nazis), el gobierno ucraniano ha comenzado a censurar a quienes presentan otra versión de la historia. El libro Stalingrad, un bestseller histórico de Antony Beevor, fue prohibido por el gobierno ucraniano, por un pasaje que cuenta cómo 90 mil niños judíos fueron asesinados por la milicia ucraniana "para no herir los sentimientos del Sonderkommando", las unidades de trabajo compuestas por prisioneros del campo de exterminio nazi.

El gobierno ucraniano ha condenado la ley polaca sobre crímenes de guerra "ucranianos" diciendo que restringe la libertad de expresión y es un paso hacia la censura de partidos. Aunque sin duda tienen toda la razón en este sentido, no reconocen de ninguna manera que ellos están cometiendo los mismos errores. El nacionalismo está aumentando tanto en Polonia como en Ucrania y ambas poblaciones tienen agravios históricos contra el otro. Además, ha habido una gran migración de ucranianos a Polonia en los últimos años, con alrededor de dos millones de ucranianos trabajando legalmente en el país. Estos inmigrantes se han integrado con éxito en la sociedad polaca, aunque los ataques contra los ucranianos en Polonia han ido en aumento. Sin embargo, el crecimiento del nacionalismo en ambos países y la apertura de disputas históricas entre ellos amenazan potencialmente estas relaciones principalmente pacíficas.

 

Repercusiones internacionales

Uno de los aspectos más curiosos de estos eventos es el cambio en las relaciones internacionales entre los EE. UU. y tres de sus aliados internacionales más cercanos: Polonia, Israel y Ucrania.

Apenas unos meses atrás, Donald Trump visitó Varsovia e hizo grandes elogios de Polonia y su gobierno. Su retórica nacionalista derechista entonaba con la del gobierno polaco, afirmando que las principales amenazas para el mundo son Rusia y el terrorismo islámico; y que históricamente, el nazismo y el comunismo eran "males gemelos". Trump fue el primer presidente en décadas que no visitó el monumento a la sublevación del gueto judío de 1943, cuando visitó Varsovia. Además, consultó con el historiador de extrema derecha Marek Jan Chodakiewicz para su discurso en Varsovia. Como señaló Rafał Pankowski, de la red antirracista Never Again, Chodakiewicz es conocido como un negacionista de la responsabilidad polaca por los actos de antisemitismo, incluido el infame pogrom Jedwabne de 1941, "(..)" Ha afirmado repetidamente que eran principalmente los mismos judíos los responsable de la hostilidad de sus vecinos polacos. Las acusaciones a los judíos de estar involucrados con el comunismo han estado presentes en muchos de los escritos de Chodakiewicz ".

El día en que se aprobó la Ley en el parlamento polaco, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, estaba de visita en Varsovia como parte de una gira internacional. En aquel momento  no hizo ninguna declaración sobre la Ley y fue solo después de que Israel se quejara de ella, que el gobierno de los EE. UU. también respondió con una condena similar. Hay que suponer que a los gobiernos polaco y estadounidense les pilló por sorpresa la reacción de Israel. Recientemente Polonia ha estrechado sus relaciones con Israel y Estados Unidos, así como se han agriado sus relaciones con la Unión Europea y Alemania. Polonia fue uno de los pocos países que no votó en contra del proyecto de ley de Estados Unidos en las Naciones Unidas para reconocer a Jerusalén como la capital de Israel; y recientemente firmó un memorando de intención para comprar tanto el sistema de misiles Patriot de EE. UU. como misiles interceptores del sistema de defensa de misiles David Sling de Israel. Además, como se señaló anteriormente, Polonia y Ucrania se han convertido en estrechos aliados, unidos en sus actitudes hacia cosas tales como las sanciones económicas internacionales contra Rusia y el aumento de la presencia militar de la OTAN en la región.

La Ley Polaca de Memoria Histórica ha revelado las crecientes tensiones de Polonia con Israel y Ucrania. Esto es en parte un efecto del debilitamiento del poder internacional de Estados Unidos. Estados Unidos continúa siendo la potencia militar más grande del mundo y el mayor exportador de armas en el mundo. Están estratégicamente aliados a Ucrania y Polonia como parte de su objetivo declarado de extender sus fuerzas armadas a las fronteras de Rusia; e Israel es su principal aliado en el Medio Oriente y depende de las armas y el apoyo militar de los Estados Unidos. Esta realidad no va a cambiar pronto y, por lo tanto, es de esperar que eventualmente pueda encontrarse alguna forma de compromiso que al menos pueda calmar temporalmente las tensiones entre estas tres naciones.

Sin embargo, cualquier hegemonía global debe tener una mezcla de poderes "duros" y "blandos". Estados Unidos ya no tiene mucho que ofrecer a estos países más allá de venderles sus armas y proporcionarles su nefasta seguridad. Su peso económico declinante en el mundo significa que EE. UU. ya no puede pagar por la complicidad ni exportar su visión del "sueño americano" como hacía anteriormente. En la época de Trump, su falsa imagen como defensor de los derechos humanos (incluso en casa) se pone en evidencia como un fraude. Al respaldar a las administraciones nacionalistas y conservadoras dentro de sus propios estados aliados, Estados Unidos está ayudando a crear hostilidades nacionalistas entre estas  regiones. La reapertura de disputas históricas, que se remontan a la Segunda Guerra Mundial, refleja cómo muchas de las estabilidades y seguridades del mundo de posguerra continúan esfumándose.

* Gavin Rae, sociólogo, ha escrito temas relacionados con la transición en Europa Central y Oriental y la UE

 

LA RETIRADA: CONMEMORAR EL EXILIO REPUBLICANO ESPAÑOL EN FRANCIA

05.03.2018 21:55

Durante este mes de febrero se ha conmemorado con numerosos actos en el sur de Francia el 79 aniversario de "La Retirada", el exilio en 1939, tras la caída del frente en Cataluña, de medio millón de refugiados republicanos españoles, la mitad de ellos civiles. Su historia no se limitaría a los campos de concentración, sino que destacaría por su capacidad de organizar, primero, la solidaridad con los más necesitados y, después, la resistencia contra el gobierno colaboracionista de Vichy y la ocupación nazi, en un esfuerzo que terminaría con el intento fallido de establecer una cabeza de puente republicana en el Valle de Arán tras la II Guerra Mundial. Una parte importante de este deber de memoria historica ha recaido en la Federación de hijos e hijas de republicanos españoles y niños del éxodo FFREEE, con sede en Argelès-sur-mer.

El debate sobre la inclusión del nacimiento de Charles Maurras, político de extrema derecha, en las conmemoraciones nacionales francesas, ha reavivado el eterno cuestionamiento sobre el arte y la necesidad de los homenajes como fenómeno que permite a los ciudadanos beneficiarse de un patrimonio cultural compartido. En este mes de febrero, habría que esperar una amplia conmemoración en Francia (digamos que para el año que viene) de la Retirada, ese exilio masivo de republicanos españoles entre 1937 y 1939. Esto es lo que tendría sentido, en tiempos de histeria con respecto a la llegada de refugiados, para mirar cara a cara estos hechos poco conocidos y que sin embargo estructuran la historia francesa.

La Guerra Civil española fue un torrente de sangre del que, como hoy, muchos trataron de zafarse escogiendo la partida. En 1937 y 1938, alrededor de 70.000 españoles encuentran refugio en Francia. En enero de 1939, son más de 40.000 personas las que van a estamparse contra la frontera, que Francia decide en un primer momento mantener cerrada. Ante las cifras y la tragedia, esta política se vuelve rápidamente insostenible. El Gobierno francés opta, al final de ese mes, por una apertura parcial, admitiendo el paso de 2.000 mujeres, hijos, ancianos y enfermos por día. 

En este caos, la prefectura de Perpignan (Pirineos Orientales) trata de estimular el flujo de entrantes: entre el 28 de enero y el 6 de febrero de 1939, son 96.613 mujeres, 32.452 niños y 3.490 ancianos los admitidos para atraversar la frontera. Los refugiados atraviesan todos los pasos de la cordillera pirenaica, con heridos o con sus familias, a menudo armados. Finalmente, son alrededor de 480.000 republicanos los que atraviesan la montaña. Recibidos por los agentes y los tiradores senegaleses, son empujados hasta la arena del litoral francés, donde acaban: 87.000 personas en Argelès-sur-Mer, 80.000 en Saint-Cyprien, hoy pueblos turísticos. Todos recuerdan el mismo sonido: ¡Vamos, vamos! . Comienza la organización estatal. Los refugiados son seleccionados en el campo de Haras, en Perpignan, antes de ser instalados en otro campo. Hoy hay una barriada de viviendas de protección oficial en el lugar del campo olvidado, sin placa ni conmemoración. El jardín de la urbanización se corresponde con la antigua pista de petanca del campo.

Al problema de la llegada masiva de refugiados se suman dos inquietudes. Primero, una gran parte de ellos son combatientes, que aguantaron hasta el derrumbe final del bando antifranquista. Han sido desarmados en la frontera, pero su presencia preocupa a los poderes públicos. Luego, el calificativo general de « republicanos » hace olvidar hoy la importancia de los comunistas y los anarquistas en el «frente republicano». En la prensa conservadora se fustiga, por tanto, al « peligro rojo », que iba a llevar la guerra civil a Francia después de haber aterrorizado España. 

Más allá de este miedo, una parte de la opinión pública se opone a la idea de que el país pueda recibir tal afluencia humana mientras crecen las tensiones con Alemania. Cuando, el 26 de agosto de 1939, el Gobierno francés advierte a Alemania de que en caso de intrusión de su ejército en Polonia, Francia entrará en guerra, el consejo municipal de Colliure, situado en la costa de los Pirineos Orientales, adopta por unanimidad la decisión de pedir al prefecto que todos los españoles presentes en la zona sean alojados en «campos de concentración», con excepción de los varones adultos, que deberán ser puestos a disposición de la armada francesa, so pena de provocar la violenta cólera de la población. 

¿Campos? Este es, efectivamente, el procedimiento elegido. Hay una base jurídica para ello: el decreto ley del 12 de noviembre de 1938 que permite el reagrupamiento en campos de internamiento de «extranjeros indeseables» (siendo, por tanto, una retención por la pertenencia a un grupo y no motivada por actos personales). Mucho se ha escrito, en los últimos años, sobre estas estructuras que el propio Estado llamaba entonces « campos de concentración ». Una obra indispensable acaba de renovar el acercamiento al tema Campos de extranjeros. El control de los refugiados venidos de España, 1939-1944, de Grégory Tuban, editado por Nouveau Monde), donde se ve la continuidad en el tratamiento de esta población refugiada entre la República francesa y el Vichy ocupado.

En este libro sentimos el hambre, el frío, las condiciones espantosas de los internos. Seguimos a los que, fichados como «extremistas», son relegados a los campos disciplinarios de Le Vernet (Ariège) o de Colliure. «Quebrar a los rojos» se muestra como un objetivo prioritario desde 1939. Se mira sobre todo a los brigadistas internacionales. En 1941, bajo Vichy, la dirección del campo de Vernet vigila a sus detenidos para saber su orientación política. Una maquinaria que solo tiene una obsesión: controlar cuerpos y espíritus, conminados a inmovilizarse para no perturbar el orden público. Se realizan 200.000 fichas en 1939, que el historiador disecciona para hacernos tocar lo que significaba «vigilar y castigar» a estos inmigrantes sospechosos. Aunque oficialmente no tiene lugar ninguna repatriación forzosa hacia España, seguimos a los convoyes del otoño de 1939 que conducen hasta Franco a miles de republicanos, anotando un comisario, sobre el vaciado de un tren en Hendaya, cómo las mujeres gimen, gritan y lloran, «según su costumbre».

Los refugiados dibujan un mapamundi: de España huyeron a Francia o al Magreb. De ahí, a veces hacia América. El movimiento transnacional contribuye luego a las historias nacionales. Así, en Francia, no fue necesario amenazar a nadie para que los españoles decidieran en 1939 continuar combatiendo: 6.000 se presentaron voluntarios para luchar contra el III Reich en las filas de la Armada francesa. Algunos entraron en la Resistencia.

Es, por ejemplo, la historia de Ramón Vila Capdevila, jefe del batallón Libertad, formado por 300 españoles, esencialmente anarquistas, que combatió valerosamente contra las tropas de la Ocupación. Después de la Liberación, Vila Capdevila retomó el combate contra el franquismo y fue abatido en 1963. Grégory Tuban muestra cómo los trabajos forzosos ejecutados por los grupos de trabajadores españoles permiten la constitución de una red de resistentes. Nos dice también que si los refugiados dibujan un espacio, son también un tiempo que enlaza y atraviesa las épocas: «Los refugiados de la Retirada son el hilo rojo que va desde la Francia de los campos y el final de la III República a la Liberación»; es decir, de una democracia que abandona sus valores a una dictadura cuyo aparato represivo proviene en parte de la recuperación y la amplificación del número de instrumentos que le fueron proporcionados.

Han hecho falta 70 años para que el Ayuntamiento de París conmemore la Nueve, la compañía española que abrió la Liberación de la ciudad en 1944. En un momento en el que se discute lo que debe ser celebrado o no en Francia, del sentido que tiene nuestra relación con la historia, sería bueno que miráramos a los ojos a la Retirada. Sin moralismo a posteriori, pero sí para rendir homenaje a los hombres y a las mujeres de ayer y para desconfiar de nuestro presente, su miedo a la otredad, su aversión a las minorías, sus medios racionales de represión.

* Versión española Clara Morales, socio editorial de Mediapart. Edición Irene Casado Sánchez.

 

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