ÚLTIMA HORA

AJUSTE MINISTERIAL = OFENSIVA NEOLIBERAL

13.08.2018 23:44

Ajuste ministerial = Ofensiva neoliberal de Piñera 

Una burda campaña de propaganda lanza el Gobierno de Piñera para imponer su línea económica de claro corte neoliberal. Antes de irse al fondo en las encuestas. Después de titubeos acerca del momento propicio para lanzar la ofensiva decidieron hacerlo ahora con un equipo coordinado desde Hacienda con el Larraín de turno, Valente de Economía — que estuvo en las cuerdas por irse de lengua con sus consejos a los ricos de sacar la plata a los paraísos fiscales — y con Monckeberg, el del Trabajo que ya hizo parte de lo suyo al convertir a la juventud trabajadora en carne de explotación para los empresarios con su nueva ley recién aprobada.

El momentum del llamado “ajuste ministerial” será aprovechado para lanzar la ofensiva de la oligarquía política y empresarial con el inquebrantable apoyo de sus dispositivos mediáticos. Ya era tiempo dicen. Así podrán satisfacer las constantes presiones empresariales en la rebaja de impuestos a la gran empresa y a los ultra ricos. la famosa “productividad” se traducirá en ataques a las leyes laborales para que los trabajadores y trabajadoras sean manipulables o flexibles con bajos salarios compensados con el yugo del endeudamiento. Y las condiciones favorables a la inversión, en garantías al capital y empresas foráneas para que saquen el 40% de sus beneficios a los paraísos fiscales y así pagar menos tributos en Chile.

Son las medidas para que los empresarios de la Sofofa bajo la dirección de Bernardo Matte Larraín y de Alfonso Swett de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) dejen de vociferar y sentirse defraudados en sus “expectativas” por su Presidente, el acaudalado Sebastián Piñera y su corte de empresarios.

Ante la situación económica global inestable y la guerra económica-mercantil entre potencias se aprieta el torniquete de los controles económicos neoliberales sobre los asalariados, hombres y mujeres. No se le ocurre otra cosa al equipo económico de Piñera que descargar el costo de la situación mundial sobre su propio pueblo.

La respuesta sindical no debería hacerse esperar. La del movimiento estudiantil y del promisorio movimiento feminista tampoco. Comparten demandas comunes. En un mundo de gente consciente de sus propios intereses, al menos … se haría todo lo posible. Ojalá los diputados y diputadas del Frente Amplio hayan aprendido a leer los códigos de la política neoliberal y los de RD se hayan despabilado (Echecopar sólo piensa en las próximas elecciones municipales).

Cuando la oligarquía decide tomar ella misma las riendas del poder, sin intermediarios concertacionistas y sucedáneos, se nota. Los de la Nueva Mayoría bacheletista siempre anduvieron con medias tintas. Es lo que hemos visto: los neoliberales se exponen de manera vistosa e incluso obscena. Se van de lengua porque en el fondo es lo que piensan hacer. Y las editoriales de sus pasquines se aplican a destilar lo peor y más vetusto del dogma en nombre de “la productividad”, “la competitividad”, “las estructuras tributarias competitivas”, “las rigideces de la reforma laboral” “la responsabilidad del trabajador”.

Nada Nuevo bajo el sol: la misma cantinela economicista y de sentido totalitario. Y la “editorial” de La Tercera (que permuta sus ejecutivos por ministros) del viernes 10 de agosto es para los efectos un panfleto clarificador acerca del tema.

Las únicas expectativas que el equipo de Piñera siempre alimentó fueron las de la concentración de la riqueza en pocas manos y del abuso institucional descarado de la oligarquía en tiempos de corrupción ciudadana, de desafección de la democracia liberal y representativa, y de amparo del Ejecutivo a los supremazos que otorgan la libertad a los violadores de Derechos Humanos. Contra todo avance del derecho. Goya decía que cuando la razón se adormece —habría que agregar cuando los movimientos sociales se institucionalizan— se despiertan los monstruos.

Es más que evidente que la ultraderecha chilena sigue siendo fiel a lo más ordinario del dogma neoliberal; el de Milton Friedman y Von Hayek … porque de las ideas del escocés Adam Smith, que ni siquiera vio la primera industrialización ni la máquina de vapor, ni un carajo …

* Leopoldo Lavín Mujica - El Clarin.cl

EL CASO DEL EX-MINISTRO DE CULTURA: LA DERECHA SIGUE SIENDO LO SOMBRÍO Y TÉTRICO DE LA HISTORIA

13.08.2018 22:55

El caso del exministro de Cultura: la derecha sigue siendo lo sombrío y tétrico de la historia

No alcanzó a durar más de 90 horas en el cargo.

En un ejercicio de honesta convicción y coherencia, Sebastián Piñera designó como Ministro de las Culturas a Mauricio Rojas, un ultraderechista que cumplía con la condición de suma ignorancia y réproba moral. Las declaraciones del ahora renunciado ministro en el sentido de que el Museo de la Memoria no es sino un montaje, es una convicción que le asiste a toda la ultraderecha chilena.

Quien crea que el museo sigue en pie porque al actual gobierno le parece necesario, se equivoca. Para Piñera y sus secuaces ese lugar está mucho mejor para la instalación de algún negocio de papas fritas o para un edificio de departamentos minúsculos.

Con todo, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos no es una institución que cubra muy bien lo que su pomposo nombre define.

El Museo es una cosa corta y poca si se trata tanto como de recordar lo que pasó, como de tener presente quienes solventaron, apoyaron y fueron cómplices de la matanza. Y decir con todas sus letras que esas personas a esta hora andan por las calles con un desparpajo que solo da la impunidad.

Sobre todo, la deuda del Museo de la Memoria es no hacer presente que la bestia aún está ahí. El ahora exministro expresó su convicción negacionista porque en el fondo sabe que sus amigos y el mismo, se ven reflejados en eso que el Museo no muestra con toda su tremenda potencia trágica: la traición.

Aunque podrá hacerlo.

Un museo de la memoria debería ser capaz de advertirnos de sujetos como Mauricio Rojas.

Un Museo de la Memoria debería recordarnos lo mezquino que ha sido la pos dictadura para con esa tragedia que aún palpita. Tanto la ultraderecha como la Concertación/Nueva Mayoría, hicieron esfuerzos importantes para limitar el acceso a la verdad, a la justicia, ni qué decir de reparación.

De la derecha no se puede esperar más de lo que es. De la Concertación/Nueva Mayoría, de lo que se convirtieron.

Pero la historia, bien asumida y despejada de traidores, debería pasar una cuenta enorme a los partidos, dirigentes y líderes del conglomerado que se hizo del poder luego de los militares y relegaron, no solo la justicia a lo meramente posible, sino que la reparación y sobre todo, la memoria, a los sencillamente imposible.

La memoria, esa mal entendida, incomprendida, relegada solo recordar lo que hubo en un pasado remoto y efímero y desprovista de su capacidad de mostrarnos lo que puede venir en el futuro.

La memoria, esa que nos advierte precisamente ahora de su importancia cuando arrecia la cultura ultraderechista que pretende borrar con el codo lo que hizo con fusilamientos, torturas, desapariciones y otras aberraciones.

La memoria debe ser, por sobre todo, advertencia y alarma, condena y previsión, presente y futuro.

Está probado que la ultraderecha, en cualquiera de sus modos travestidos de demócratas, tratándose de cultura y de ética, tiene un déficit que no cubre con sus millones ni con sus rezos ni con sus fundaciones y relicarios.

La ultraderecha es la negación de la cultura entendida como el oxígeno de los pueblos, su espejo y su manera en que respira y sueña.

El advenimiento de un mentiroso profundo como Mauricio Rojas a cargo de un Ministerio que aún se resiste a sus nuevas galas institucionales, no fue sino el nombramiento de un tuerto en un lugar en que la ultraderecha no es capaz de ver.

No es casual que Piñera, ignaro entre los brutos, haya nombrado a un sujeto cuyas mejores performances las tiene mintiendo a las autoridades suecas sobre un supuesto pasado de perseguido con tal de conseguir asilo en ese país.

Hizo bien el Premio Nacional de Literatura Raúl Zurita y muchos otros que levantaron su propuesta de sabotaje. Aunque faltaron voces con la misma valentía y decisión.

Mauricio Rojas se fue, reprobado, despreciado, humillado.

Pero quedará sonando su declaración cuya convicción sonó a la bestialidad del militar español Millán Astrayen la Universidad de Salamanca en el trágico año 1936 de España cuando gritó “¡Abajo la inteligencia, viva la muerte!".

Unamuno le respondería una verdad que vemos repetida hoy: “Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis.”

La ultraderecha sigue la sombra de la historia.

* Ricardo Candia Cares - El Clarin.cl

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